La historia de “John” Roig Diggle

Su prima, Dolors Casanovas, nos descubre el perfil humano del futuro beato: “Su confesor le dio una sagrada forma diciendo: «si nunca te ves muy apurado tómatela»"

Maria Dolors Casanovas, de 87 años, es la prima segunda de Joan Roig Diggle. Roig fue asesinado con 19 años la noche del 11 al 12 de septiembre de 1936. El pasado 2 de octubre el papa Francisco autorizó la futura beatificación del joven católico. Pero, para conocer qué pasó, lo mejor es que nos lo explique alguien que conoce todas las historias familiares. “La anécdota que más tengo en la memoria es cuando un día fuimos a comprar con mi abuela y John unas costillas porque él había dicho que le apetecían mucho – aseguraba- como su madre era inglesa, era muy estricta y no le dejaba roer las costillas”, recuerda M. Dolors entre risas.

La estampa de Joan Roig

Lo Joan, o John como lo llamaban en casa, era una persona muy querida en la familia, así como en su entorno. Su memoria todavía está muy presente en sus familiares que le recuerdan con nostalgia y con la esperanza que algún día sea santo. “Siempre llevo esta estampa en la cartera – nos enseñaba M. Dolors – pero un día de lluvia me atracaron y me robaron la cartera. Mi marido, Anselm, fue a ver si la encontraba al día siguiente. Cual fue la sorpresa que encontró la estampita debajo de una hoja, seca”. La familiar de Joan Roig lo explica todavía ahora con cara de sorpresa. Sin llegar creerse, del todo, el milagro de haber encontrado la pequeña estampa en medio de la calle. Una imagen que lleva un trozo de la americana que llevaba el joven John cuando fue asesinado. “Para mí, era lo más importante que había en esa cartera y mire que llevaba dinero, pero la estampa de John era un recuerdo sentimental y único” aseguraba mirándola con ojos nostálgicos.

“John era una persona muy familiar, súper católico, muy abierto y sencillo”, aseguraba Maria Dolors Casanovas. La prima segunda de Roig ha explicado como su madre estuvo a punto de ir a la casa del Masnou la noche que se llevaron al joven mártir. “Mi madre estaba muy nerviosa y el padre de John, Ramon, le dijo que fuera al Masnou con él, que allí estaría más tranquila. Ella se negó porque nos tenía a nosotros de pequeños. ¡Suerte, porque si no hubiera visto como se llevaban a John!” explicaba Maria Dolors a su marido Anselm y a Lluís, el mayor de sus cuatro hijos. “Somos una familia muy unida, entre todos siempre hemos hecho mucha piña y ahora seguimos así” explicaba.

El martirio del primo John

La noche del 11 de septiembre de 1936, los milicianos golpearon la puerta del joven Joan de 19 años. Algo que todo el entorno sabía que podría pasar, a pesar de que siempre tenían la esperanza de que no sucediera nunca. Unos días antes, Mn. Llumà, su confesor, le dio la sagrada forma diciendo: «si nunca te ves muy apurado tómatela». Al cabo de unos días lo fueron a buscar y cuando picaron a la puerta él se la tomó, “comulgó” explicaba Maria Dolors. Después se lo llevaron a Santa Coloma de Gramanet donde le asesinaron con cinco disparos en el corazón y uno en la cabeza. “Cuando lo trasladamos de Santa Coloma al Masnou, se le veía muy bien el agujero de la bala aquí en la frente” aseguraba su prima segunda señalándose la parte anterior de la cabeza.

Ahora empieza un nuevo ciclo. El papa Francisco ha autorizado la beatificación del joven Joan “John” Roig Diggle. Solo falta encontrar la fecha que la Iglesia de Barcelona pueda vivir un día tan especial, no solo para la María Dolors y su familia, sino también para la archidiócesis, que verá un joven cristiano convertirse en beato.

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