Concluyen los actos que conmemoran la Reforma Luterana
La Comunidad Evangélica de Lengua Alemana en Barcelona, el Instituto de Estudios Catalanes y el Arzobispado de Barcelona han celebrado durante el 2016 y 2017 un ciclo de actos para homenajear los 500 años de las famosas "95 Tesis" de Martin Luther

Esta mañana la Comunidad Evangélica de Lengua Alemana en Barcelona, el Instituto de Estudios Catalanes y el Arzobispado de Barcelona han puesto punto final al conjunto de actos que han conmemorado, durante el 2016 y el 2017 en Barcelona, los 500 años desde que el Dr. Martin Luther fijó en la puerta de la iglesia del castillo de Wittenberg sus famosas 95 Tesis.
El acto de clausura ha sido presidido por el obispo auxiliar de Barcelona, Mons. Sergi Gordo, y ha contado con el notable testimonio de la obispa de la Iglesia luterana alemana, Dra. Margot Kässmann; desde Roma, el jefe de la Oficina del Pontificio Consejo para la Unidad de los Cristianos, Mons. Juan Usma; y el delegado episcopal de Ecumenismo y Relaciones Interreligiosas del Arzobispado de Barcelona, Mons. Jaume González-Agàpito.
Unidad y ecumenismo en el centro del acto

Sergi Gordo ha recordado durante la presentación inicial que con Martin Luther converge una lucha, secular en occidente, para descargar a la Iglesia del poder secular y también del haz que pesaba sobre ella con una jerarquía ‘mundanizada’. A continuación, ha explicado que para entender el «Luther luterano» hay que recordar lo que firmaron en la Declaración Conjunta, el lunes 31 de octubre de 2016, el Papa Francisco y el obispo Murib Yunan, presidente de la Lutheran World Federation. En esta declaración ambos agradecen los dotes espirituales recibidos de la Reforma a la vez que lamentan ante Cristo que Luteranos y Católicos hayan dañado la unidad visible de la Iglesia. «Las diferencias teológicas estuvieron acompañadas por los prejuicios y los conflictos, y la religión fue instrumentalizada con fines políticos» ha dicho.
Siguiendo las últimas palabras del obispo auxiliar, la Dra. Kässmann ha explicado en su ponencia que la conmemoración de la Reforma ha sido desde su inicio abierta al mundo, internacional y orientada al diálogo. «Martin Luther quería reformar su propia iglesia, no la quería separar. Por este motivo, no habría sido inteligente celebrar un aniversario de la Reforma de delimitación«. También ha hablado de la secularización en Europa donde ha afirmado que hoy es más difícil explicar lo que significa la fe. «Para los hombres de la Edad Media era inimaginable una vida sin fe. Hay pero muchos hombres que no se consideran religiosos como consecuencia de la ilustración. Las iglesias de la reforma deberían ocuparse ofensivamente de este desafío». También ha recordado que Luther descubrió que no es el rendimiento humano quien consigue el derecho a la salvación ante Dios, sino el don de Dios por la gracia.
Finalmente ha sido el turno de Mons. Juan Usma, quien ha destacado la teología luterana como un punto de referencia y pidiendo que hay que reconocer que aunque la sociedad está lejos de la comunión que buscaba Jesús. «La división es real y no es el mero resultado de caprichos o malentendidos […] las divisiones reales afectaron realmente la credibilidad del Evangelio […] hay un proceso de sanación de la memoria herida [.. .] durante las últimas décadas nuevas formas de leer el Evangelio que justifican nuevas aproximaciones a la esfera ética y moral» ha desarrollado Usma durante la conferencia. Finalmente, ha afirmado que el diálogo católico luterano es un esfuerzo consciente de las dos comuniones cristianas para restaurar la unidad de la iglesia tal como es querida por Jesús.