(Domingo, 20/06/2010)
La Hospitalidad de la Virgen de Lourdes fue erigida en Barcelona por el obispo Joan Laguarda i Fenollera en el año 1910. Por eso, durante el presente año celebra su centenario y se han preparado un conjunto de actos, que se iniciaron el pasado 7 de abril con una celebración eucarística en la catedral de Barcelona, presidida por los tres obispos de la provincia eclesiástica de Barcelona, y con la inauguración de una exposición retrospectiva en la sede de la “Pia Almoina” o Museo Diocesano. Está previsto que el centenario se clausure con la peregrinación número 150 de las organizadas por nuestra Hospitalidad. Tal peregrinación se prevé será el mes de junio del año 2011.
La Hospitalidad de la Virgen de Lourdes de Barcelona, que ahora también lo es de las nuevas diócesis de Sant Feliu de Llobregat y Terrassa, es la más antigua de España, y por esta razón, del 25 al 28 del próximo noviembre, está previsto celebrar en Barcelona un congreso de todas las hospitalidades españolas.
El 18 de junio de 1910 salieron los dos trenes de la primera peregrinación con treinta enfermos y cuatrocientos treinta peregrinos. Con el paréntesis de las guerras civil y mundial, las peregrinaciones se han ido sucediendo. La organización de dos peregrinaciones cada año que realiza la Hospitalidad –la de junio y la de setiembre- se ha convertido ya en una tradición y se ha ido incrementando el número de personas que participan en ellas.
Desde sus orígenes la Hospitalidad tiene por finalidad organizar las peregrinaciones al santuario de Lourdes, lugar de las apariciones de la Virgen María a Santa Bernardita de Soubirous, unas apariciones que fueron reconocidas por la Iglesia como “revelaciones privadas” en el año 1862. Se ha dicho que el mensaje de Lourdes expresa, por medio de la Virgen María, el amor misericordioso de Dios a todos los hombres, y sobre todo a los enfermos, los discapacitados y los miembros más débiles y olvidados de nuestra sociedad.
En sintonía con este mensaje de Lourdes, la Hospitalidad, como complemento de las peregrinaciones, promueve durante todo el año actos de oración, visitas y la atención a los enfermos, la incorporación de personas a la pastoral de la salud de las parroquias, encuentros para mantener el calor espiritual de la peregrinación. Las peregrinaciones y el trabajo permanente de nuestra Hospitalidad son una gran escuela de espiritualidad y de solidaridad. Uno tiene que haberse hecho peregrino y haber convivido con los demás peregrinos para darse cuenta de cuan real es esta afirmación.
Este centenario será, sin duda, una ocasión para recordar el trabajo de estos cien años y a los muchos colaboradores y colaboradoras que lo han hecho posible. A la vez, las celebraciones centenarias significarán un impulso para continuar difundiendo un mensaje de esperanza y de solidaridad para con los enfermos y los miembros más débiles de nuestra sociedad. La numerosa presencia de jóvenes entre los voluntarios que están al servicio de las peregrinaciones y al servicio de las actividades habituales de la Hospitalidad es todo un signo de esperanza de cara al futuro de esta institución centenaria.
+ Lluís Martínez Sistach
Cardenal arzobispo de Barcelona