Mn. Luigi Usubelli a la Iglesia de Barcelona: «Hoy no nos sentimos huéspedes, sino familia vuestra»
La Sagrada Família acoge la Jornada Mundial del Migrante y Refugiado que concluye con un concierto por la Paz interpretado por corales ucranianas
Fotografías: Ramon Ripoll
Este miércoles 21 de septiembre la Sagrada Família ha acogido la celebración diocesana de la Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado. La misa ha sido convocada por el papa Francisco bajo el lema «Construir el futuro con los migrantes y los refugiados».
El obispo auxiliar de Barcelona, Mons. Javier Vilanova ha presidido la celebración, concelebrada con los sacerdotes de las distintas comunidades cristianas en la diócesis. También destacaba el delegado de la Pastoral Social, Mn. Joan Costa, el director de Secretariado por los Migrantes y Refugiados, Mn. Joan Cabot y el párroco de la parroquia de la Sagrada Familia, Mn. Josep M. Turull.
Iglesia plural
En los bancos había feligreses pertenecientes a las diferentes comunidades presentes, que participaron en los diferentes momentos de la misa y, especialmente, con los cantos. Así aparte del catalán y del castellano, se escuchó al francés, el alemán, el tagalo, el ucraniano, el italiano, el polaco, el portugués o el chino. Un claro ejemplo de esta iglesia plural que vive en la archidiócesis.
«Somos miembros de la Iglesia universal, que viven y celebran la fe cada uno desde sus parroquias por llevar el evangelio a los diferentes ámbitos de la sociedad». Así lo exponían, en el inicio Liza, de la parroquia Filipina y Diego de las parroquias del Poble-sec. Tal y como afirmaron:
«Caminamos juntos en la diversidad, y nos sentimos parte de esta diócesis y queremos aportar la riqueza de las iglesias de donde venimos: sensibilidad, lengua, espiritualidad, servicio, música y tradición».
Una intención que, según recordaban, sigue la propuesta del Papa Francisco de «renovar el compromiso de vivir en fraternidad sin marginar a nadie, contando con todos y todas para construir sinodalmente el futuro de la iglesia y sociedad».
«Vivir en comunión para construir el futuro»
El obispo Javier, en el momento de la homilía destacó cómo, más allá del origen de cada uno de los fieles partimos todos de un punto en común: la fe. «Tenemos una sola fe y Barcelona es esta tierra de acogida, donde todo el mundo puede decir soy católico, sentir y vivir la fe en comunión».
Mundos. Vilanova aseguró cómo «vivir unidos en la fe es nuestra fuerza y nos puede ayudar a todos y todas a construir un futuro». Citando la Carta del Cardenal Omella con motivo de la Jornada Mundial del Migrante y Refugiado dijo:
«Que viváis la fe aquí Barcelona, nos da vida y nos estimula».
Para todos aquellos migrantes, que han dejado su lugar de origen, el obispo Javier les exhortó a no vivir con nostalgia sino con la alegría de que están aquí para enaltecer la fe aquí también. «Oiga a la familia católica como vuestra parte y sobre todo viva la fraternidad». La archidiócesis de Barcelona es una gran familia, donde todos podemos vivir en comunión y con espíritu de servicio, cada uno desde su vocación», dijo.
¡Gracias!
«Hoy no nos sentimos huéspedes, sino familia. Ya no somos huéspedes, sino familia vuestra».
Con estas palabras emotivas intervino el padre Luigi Usubelli, cura de la comunidad italiana. Éste, dirigió un agradecimiento sincero a todos los organizadores del encuentro y todos los que han hecho posible la existencia de esta iglesia plural.
También se refirió a la archidiócesis. «Gracias a la Iglesia de Barcelona porque nos necesita. Gracias a Barcelona que nos acoge y nos permite desarrollar aquí nuestros sueños y al que ha hecho posible todo esto». Usubelli se dirigió especialmente a todos los laicos y laicas presentes para darles la más sincera gratitud, ya que, «sin los que todo esto no podría estar».
Concierto para la Paz
El encuentro cerró con un concierto por la Paz en las escaleras de la fachada del Nacimiento. Fue «un canto a la paz, para la cohesión, el entendimiento y la convivencia de todos los pueblos», a cargo de tres corazones formados por ucranianos. Estos eran: Corazón «Somos de Ucrania con Amor», de refugiados ucranianos en Pineda de Mar; Coro «Oranta», de la parroquia grecocatólica de Barcelona; Corazón de jóvenes «Hijos de Nuestra Señora» de la Iglesia de Nuestra Señora del Perpetuo Auxilio de Barcelona.