Mons. Gordo: «Ánimo, esperanza, fortaleza y gloria a las Santas»
El obispo Sergi preside la tradicional misa de las patronas de Mataró y pide su intercesión en medio la crisis social y económica
Fotografías: Ramon Ripoll
La tradicional misa en memoria de las santas Juliana y Semproniana ha vuelto a emocionar un año más en la basílica de Santa María de Mataró, con la interpretación de la Misa de Gloria del padre Manuel Blanch. El obispo auxiliar de Barcelona, Mons. Sergi Gordo, ha presidido la celebración, que se ha llevado a cabo con las medidas de seguridad requeridas por la Covid y con el aforo autorizado por la Generalitat de Cataluña. Para aquellos feligreses que no lo han podido seguir de manera presencial se ha emitido a través de la radio y televisión de Mataró.
El rector de la parroquia Mn. Josep Rodríguez, ha dado la bienvenida al obispo Sergi y a todos los presentes. Entre estos, los representantes institucionales como el alcalde, David Bote, el presidente del consejo comarcal del Maresme Damià Clot, así como, otros regidores y regidoras representantes del Ayuntamiento de Mataró.
Enmedio la pandemia, pero con una devoción viva
Igual que hizo el año pasado, Rodríguez ha rendido homenaje a los profesionales voluntarios y sanitarios, para los cuales se ha pedido que «se vea reconocido su trabajo y esfuerzo para la sociedad».
En 2020 la celebración no contó ni con el coro popular, ni con la orquesta, ni con el director, ni con los solistas. Por eso, Mn. Rodríguez ha destacado como este año «se ha avanzado gracias a las vacunas» y se ha podido contar con unos veinte músicos y treintena de cantantes, solistas y con el director Francesc Cortés. Aun así, tal como ha destacado Rodríguez, «la situación continúa siendo excepcional», y sin el coro popular que «hace que esta misa sea patrimonio popular». En este sentido, ha mostrado el deseo de que «el año que viene, con la pandemia radicada, sean los ciudadanos de Mataró quienes vivan y canten la misa de las Santas».
Antes de acabar, ha invitado a celebrar y recordar la fidelidad hasta la muerte de santa Juliana y santa Semproniana, que «sintieron la predicación del Evangelio e hicieron de su vida una entrega a Jesús. Una tradición viva – continuaba – para que refuerce el deseo de ser cristianos y nos llene de gozo».
Homilía: Recuerdo, gratitud y esperanza
El obispo Sergi Gordo ha hecho una reflexión destacando tres aspectos, entorno la fiesta de las Santas. Por un lado, ha subrayado la «significación de las vírgenes y mártires como hermanas grandes en la fe». Un ejemplo de coraje y un recuerdo de los mártires que han sufrido y otros que continúan sufriendo la persecución y la cruz de Jesús, como cristianos perseguidos. Ha pedido que no se olvide este sufrimiento y que «lleve a proyectar la luz del Evangelio sobre la ciudad de Mataró».
Por otro lado, ha recordado la acogida de las Santas como patronas de Mataró en 1852, y ha agradecido a los antepasados, cristianos y cristianas de Mataró por mantener la fiesta a lo largo de los años.
En tercer lugar, en un momento todavía marcado por la pandemia, con el uso de las mascarillas y las distancias entre los fieles, el obispo Sergi ha invitado a hacer una plegaria de acción de gracias, invitando a la esperanza en este momento de prueba o de crisis global por la pandemia. Ha exhortado a «pedir el don de la fortaleza y unir nuestros corazones en una acción de gracias a Jesús». También, «la intercesión de las Santas por el bien de Mataró, en medio de la crisis social y económica, que tiene muchas caras y repercusiones». Finalmente, con un tono lleno de convicción se ha dirigido a todos los presentes: «Hermanos y hermanas: Coraje, esperanza fortaleza, gloria a las Santas y muy buena fiesta mayor».
Plegaria para el obispo Toni
Tanto el rector de la parroquia como el obispo Sergi han pedido una oración especial por el obispo auxiliar Mons. Antoni Vadell, muy vinculado a la zona pastoral del Maresme. Concretamente, el obispo Gordo ha recordado la admiración del obispo Toni por el oficio de las Santas, que ha presidido en dos ocasiones. Ha pedido a todos los presentes que rueguen por la salud del obispo, con la intercesión del beato Joan Roig y Diggle, tal como él lo desea.