Barcelona con la I Jornada Mundial de los Pobres
El obispo Taltavull preside en Santa Ana la celebración de esta iniciativa convocada por el Papa y se despide antes de zarpar hacia Mallorca

Este 19 de noviembre se ha celebrado la primera Jornada Mundial de los Pobres, un día dedicado a los favoritos de Dios y convocado por el Papa como resultado del Año de la Misericordia. La Iglesia de Barcelona celebró la Jornada en la parroquia de Santa Ana, el Hospital de Campaña, donde acudió el obispo Mons. Sebastià Taltavull para celebrar ya una de las últimas misas como obispo auxiliar de la diócesis, antes de zarpar hacia Mallorca.
Fue un acto multitudinario y plural, donde participaron tanto los voluntarios, como las personas que acuden durante las 24 horas a Santa Anna a buscar una cama, un lugar donde comer o, sobre todo, una mano. La Hna. Teresiana Viqui Molins, inició la celebración recordando la intención del papa Francisco, que se «subraye y se valore la necesidad de la intrínseca presencia de los pobres en el seno del Evangelio». «El papa nos pide en su mensaje – decía Molins- que sepamos no sólo orar por los pobres y con los pobres, sino que sepamos salir a buscarlos, que nos acercamos a ellos». Esta resaltó la necesidad de hacer una oración donde los pobres sean el centro tal y como pide el Evangelio recordando que «los pobres no son un problema sino el recurso al que ir para endurecer y vivir la esencia del Evangelio», dijo.
«Intercesora entre la sociedad y Dios»
El obispo Taltavull recordó las palabras del Papa durante su homilía, destacando que «es una jornada de los pobres, porque ellos están en el centro». «No por beneficencia – subrayaba el obispo- sino porque ellos son la expresión de Dios». Se refirió a los pobres, como los «intercesores de la sociedad» a través de los cuales la oración al Señor siempre llega.
También, resaltó la necesidad de la aportación de cada uno de los cristianos, ya que «se avanza con todos los esfuerzos que hacen aquellos» pequeños grupos y comunidades «que tienen la conciencia de partir lo que tienen para poder repartir, y así compartir «. Un compromiso con los pobres, que tal como dijo Taltavull «implica valorar el pobre en su misma bondad, en su manera de ser, su cultura, su manera de vivir …»
Acción de gracias
Un momento especial de la celebración fue la acción de gracias que hicieron muchos de los presentes. Algunos por la oportunidad de poder servir a los pobres y de otros por la ayuda que recibían de éstos un agradecimiento recíproco por la plenitud de vivirlo.
Otro tipo de agradecimiento por sus 8 años de servicio, fue el recordatorio de la diócesis barcelonesa que se le hizo al obispo Sebastián, a quien obsequiaron con un retrato de un indigente. Tal como dijo el rector, Peio Sánchez, un dibujo que le recordará también Mallorca este compromiso con los pobres según su ministerio.
La jornada continuó en el claustro de la iglesia, donde disfrutar todos juntos de una comida fraterno.