Encuentro para profundizar en el «Ordo Virginum»

La delegación episcopal para la Vida Consagrada de Barcelona se reúne con las vírgenes consagradas y Mons. Vadell para tratar el último documento del Vaticano sobre este camino vocacional

Este sábado 23 de febrero ha tenido lugar una reunión entre vírgenes consagradas de la archidiócesis de Barcelona y Mons. Antoni Vadell, obispo auxiliar de Barcelona. El seminario salesiano Martí Codolar fue el punto de encuentro donde también asistió el delegado episcopal para la Vida Consagrada, el P. Joan Josep Moré. Así mismo, se invitó y participaron, la delegada episcopal para la vida consagrada del obispado de Girona, Pilar Pina i Espinosa, así como, otras vírgenes consagradas de diferentes diócesis de Cataluña y Mallorca.

Ecclesiae Sponsae Imago

El motivo del encuentro fue la presentación, la reflexión y el comentario de la Instrucción de la Santa Sede, Ecclesiae Sponsae Imago (“Imagen de la Esposa de la Esglesia”) sobre la Ordo Virginum. Esta instrucción lo publicó el Vaticano el pasado 4 de julio de 2018, para profundizar en las características y la disciplina de la vocación. Según el prefecto de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica, el cardenal João Braz de Aviz: «quiere ayudar a descubrir la belleza de esta vocación y mostrar cómo el Señor transfigura la vida de tantas mujeres».

En las diócesis catalanas hay, en total, quince vírgenes consagradas, la mayoría, presentes en el encuentro. El documento se dirige principalmente a las mujeres que deciden seguir la Ordo Virginum y permanecer en su contexto de vida ordinario para evangelizar y servir. También, sirve de guía informativa para los obispos sobre la formación de éstas, así como «texto promocional» para aquellas mujeres interesadas en este camino. Las vírgenes consagradas pueden vivir solas o en comunidad, así como ejercer de maestros, al servicio de los hospitales o en missions.

Manifesto del reino futuro

La instrucción del Vaticano explica que «la virginidad cristiana se sitúa así en el mundo como signo manifiesto del reino futuro, porque su presencia revela la relatividad de los bienes materiales y la transitoriedad del mundo». También, se indica que «las mujeres que reciben esta consagración son llamadas a vivir en docilidad al Espíritu Santo y a experimentar el dinamismo transformandoir de la palabra de Dios«. «Una palabra que hace de tantas mujeres diferentes una comunión de hermanas, que anuncian el Evangelio«.

Después de unas tres horas de reflexión y comunicación, Mons. Toni Vadell presidió la Eucaristía. Seguidamente, finalizó la jornada con una comida todos juntos.

Arraigo y continuidad

La encuentro sirvió «para reforzar el sentido de arraigo de cada una de las consagradas en la vida las respectivas diócesis», explica el delegado episcopal para la Vida Consagrada P. Joan Josep Moré. También, para «intensificar el deseo de encontrarse con el fin de profundizar el sentido de su vocación, así como la necesidad de vivir con sentido sinodal y de comunión, la respuesta a la llamada recibida de Dios», dijo.

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