El obispo Toni explica cómo evangelizar en Barcelona
La basílica de la Purísima Concepción ofrece la segunda conferencia quaresmal sobre cómo comunicar la Buenanueva en la diócesis
Fotos Arcali
«Evangelizar en Barcelona». Este fue el tema de la conferencia del segundo domingo de Cuaresma, en la Basílica de la Purísima Concepción con el obispo auxiliar de Barcelona, Mons. Antoni Vadell, como ponente. De las cuatro sesiones programadas durante este periodo de reflexión, esta se centraba en extender el mensaje cristiano hacia aquellos que nos rodean, sobre todo los más jóvenes. El coloquio se desarrolló con la intervención de la Kiara Curtis, una feligresa de la parroquia, que fue haciendo preguntas al obispo a medida que éste exponía el tema.
El punto de partida fue la pregunta «como misionar Barcelona?», y a partir de aquí se fue profundizando en diferentes subtemas, sobre todo, centrados en los jóvenes. Kiara preguntó al obispo sobre la influencia de las nuevas tecnologías, sobre cómo establecer la confianza con un chico o chica que no comparte el mismo momento que un adulto. También, si hoy en día, consideraba la Iglesia atractiva en medio la sociedad.
Punto de partida: «el amor entre cristianos»
El obispo Vadell inició su intervención poniendo como punto de fuga para todas las respuestas un mínimo común básico, a fin de llegar a la sociedad: el amor entre los cristianos y el testimonio de alegría. «La clave para evangelizar Barcelona es que los cristianos se quieran», Exclamaba el obispo. «Hay una alegría profunda que nos dice el señor me ha dado la vida para siempre – continuaba- y, si queremos misionar, debemos ser testimonios de este encuentro con el señor».
Respecto a la influencia de las redes sociales en los jóvenes, el obispo Toni recordó a los adultos que lo que quiere un joven es alguien que los «mire y los admire», pero de verdad. Recalcó la necesidad de que éstos tengan un adulto que los acompañe, y los guíe en la verdad. «No es enseñarles a ser perfectos – decía el obispo-, sino realistas con nosotros mismos!». Les aseguró que las nuevas tecnologías nunca podran suplir, una mirada o un abrazo, o la confianza que da una relación sincera.
Relaciones sociales
Profundizando en las relaciones sociales, diferenció entre tres tipos, según la proximidad: las de «hall» o recibidor», las de «sala de estar» y las «de cocina». Las primeras las situó en una posición más superficial y distantes entre conocidos lejanos. Las de «sala de estar», las definió como aquellas más frecuentes, con un trato de tú a tú pero cordial. En la tercera posición, las «de cocina», donde abrimos des de lo más personal, al otro y lo dejamos entrar, estableciéndose así una relación como hermanos.
En esta línea, aseguró que, por mucho Facebook o Instagram que puedas tener, a veces puede pasar que «nadie te conozca» de verdad. «Siempre prevalece antes abrir nuestra cocina a los otros», el «tú a tú » dijo. «Como decía Don Bosco lo importante es que los jóvenes sepan que nos importan», recordó Vadell. «En el fondo los jóvenes son apasionantes y buscan la estimación como todos», añadió.
Ejercicio cuaresmal
Antes de despedirse el obispo propuso a todos los presentes un método de evangelización. Les dijo que pensaran doce personas que conocieran para quedar con ellos. «El ejercicio consiste en abrirse a ellos y confiarles el más personal, sobre» el amor que han encontrado conociendo a Dios en su vida», explicó. Mons. Vadell reconoció que no era fácil, pero que de eso se trataba. «No hay que ir a convencer sino a abriros», dijo. «Aunque de entrada puede que no hagan caso, un día quizás cuando lo necesiten lo recordarán y recurrirán a vosotros», dijo. En caso de que no tuvieran el atrevimiento a hacerlo, el obispo aseguró que: «¡Aquí entra el ejercicio de cuaresma, de pedir ayuda al señor! Para tener la facilidad de compartir lo q creemos con el otro». «Al final del evangelización es buena no sólo para quien se dirige sino, también, por un mismo», dijo.