Cómo avanza la Iglesia hacia una igualdad efectiva
'Els dilluns dels Drets Humans' de febrero propone un cambio de estructura eclesial y escuchar más a Jesús para favorecer el reconocimiento de la mujer
«Els Dilluns dels Drets Humans» de este mes de febrero ha planteado de qué manera la Iglesia puede avanzar hacia una igualdad efectiva. Las invitadas a la mesa para debatir fueron la teresiana, activista e impulsora de iniciativas sociales, Viqui Molins; y la teóloga, profesora y miembro de la Asociación Europea de Mujeres para la Investigación Teológica (ESWTR), Neus Forcano. Por otra parte, moderando las intervenciones, había Montse Santolino, periodista y responsable de comunicación de Lafede.cat.
«Hace casi un año el 8 de marzo supuso un punto de inflexión en la lucha feminista en nuestro país. Esta revolución que se está dando a la sociedad está costando más que penetre también en la Iglesia». Así introdujo Santolino el debate, que pidió a las ponentes su visión sobre cómo puede la Iglesia avanzar en la igualdad entre mujeres y hombres.
Referentes en la Iglesia
La Hna. Viqui Molins, introdujo su intervención destacando el Concilio Vaticano II, convocado por Juan XXIII, en 1959. Concretamente, destacó su aportación en la teología de la liberación, y como abrió el debate del papel de la mujer y de los pobres.
También, dentro de la Iglesia, mencionó a Santa Teresa de Jesús, todo un referente para Molins. Tal como dijo, «una pionera del feminismo». Dio una nueva perspectiva a la mujer dentro de la Iglesia, a través de su forma de hacer. Sobre todo, destacó tres aspectos clave: su magisterio espiritual, la libertad de espíritu y su ironía en clave de protesta contra la estructura de la Iglesia y la posición obediente de la mujer tenía que desarrollar.
Una estructura comunitaria
La teresiana entró en la organización estructural de la Iglesia. De entrada, planteó como en las primeras comunidades cristianas, la mujer tenía un reconocimiento destacado hasta el siglo II, que ha quedado plasmado en los escritos. En total se reconocían cuatro papeles destacados, entre los que destacaban «las benefactores» y «las viudas» en un lugar más apartado aunque activo. En segundo lugar, «las misioneras«, movilizadoras de redes de fraternidad que daban directrices a las comunidades y predicaban, y «las profetisas«, eruditas que podían dirigir asambleas.
Ahora, en la actualidad, Molins reivindicó un lugar más igualitario para la mujer. Destacó que a pesar de haber ganado mucho, ahora hay un cambio de estructura eclesial. «Hay que pasar de la piramidal a una más comunitaria – exponía la teresiana- en la que se priorice a Jesús por encima de todo». Una estructura donde la mujer tenga más reconocimiento, y donde se le escuche con igualdad al diácono, sacerdote u obispo.
Más allá de la esfera pública
Neus Forcano insistió, también, con dar voz a las mujeres, es decir, con el tema de la «palabra» y ser críticos. «Aunque, el feminismo parece trending topic no podemos caer en la trampa de pensar que ya estamos en igualdad», alertó. «Hay que ver que es apariencia y ser críticos», denunció la filóloga.
En la línea de la voz pública, destacó como todavía está dominado por la masculinidad. Incluso, el mismo concepto de «opinión pública», observando que «las mujeres en la esfera publica todavía están bastante excluidas». Así, enfatizó en cómo es necesario que las mismas mujeres sean protagonistas de este cambio. Es decir, ser conscientes de quiénes son y desarrollando aquello por lo que son «efectivas». No sólo en sectores domésticos, educativos o de salud – como normalmente se ha reconocido a la mujer- también, en el sector tecnológico, científico y político. De este modo Forcano hacía un llamamiento a todas las mujeres: «queremos vivas tanto físicamente como en espíritu. No queremos ser heridas ni silenciadas».
En la linia de Jesús
En cuanto a la Iglesia, al igual que Molins, Forcano expuso como había que poner más atención en la acción de Jesús. Una postura que reconocía la da por igual. Concretamente, destacó el capítulo de la Samaritana. Una mujer, que en vez de elegir el agua del pozo de Jacob, el cual hace referencia a una sociedad patriarcal, se determina por la de Jesús. Una sociedad, pues, igualitaria. «A las mujeres se las ha educado para que estemos pendientes de los otros pero debemos buscar nuestra libertad propia igual que la Samaritana», dijo Forcano.
Vigésima edición
Este ciclo de charlas sobre los derechos humanos cuenta ya con una larga trayectoria. Durante este curso llega a su vigésima edición. La iniciativa se inició en 1998, en conmemoración del 50 aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Desde entonces, se ha mantenido de forma ininterrumpida. Las sesiones tienen lugar el primer lunes de cada mes y el objetivo es dar a conocer, debatir y reflexionar sobre problemáticas que conllevan vulneraciones o dificultades para los derechos humanos en todo el mundo. Participan expertos y personas u organizaciones que actúan en relación al tema que se trata en cada sesión.
Las entidades organizadoras son Justicia i Pau, el centro de estudios Cristianisme y Justícia, Manos Unidas, Cáritas Diocesana de Barcelona y el Grupo de Juristas Roda Ventura, con el apoyo del Ayuntamiento de Barcelona – Dirección de Servicios de Derechos de Ciudadanía y diversidad.