Comentario de cine espiritual: «Drive my car»
El argumento lleva a escena una de las obras literarias del escritor Haruki Murakami de la colección 'Hombres sin mujeres'

Esta semana el cine espiritual presenta Drive my car. Dirigida y guionizada por el director japonés Ryusuke Hamaguchi, este filme se posiciona como una de las grandes películas del japón y, en el ámbito internacional, como una de las mejores producciones del año.
El argumento lleva a escena una de las obras literarias del escritor Haruki Murakami de su colección de cuentos de 2014, Hombres sin mujeres.
Sinopsis
Yusuke es actor y director de obras de teatro. Está casado con Fukaku, una mujer relacionada con el mundo del arte y que escribe los libretos de piezas de teatro. Ambos mantienen un feliz matrimonio, pero un día Fukaku desaparece sin motivo aparente y dejando atrás un secreto.
Dos años después, Yusuke ha seguido adelante con su vida y acepta un trabajo como director en un festival de teatro. De camino a Hiroshima, conoce a su reservada chófer privada, Misaki. Mientras van transcurriendo los días con ella, Yusuke irá redescubriendo ciertos aspectos de su vida que había olvidado. (Sensa cine)
Itinerario contemplativo humano
El crítico de cine Peio Sánchez presenta esta película como una producción de plenos valores espirituales. A partir del argumento, el espectador profundiza en aspectos de lo más profundo de la persona como el «arrepentimiento y la propia aceptación» de uno mismo y de lo vivido.
En este sentido, Peio expone cómo el director entra en el alma de los dos protagonistas y crea un espacio en el interior en medio de la desolación, donde hay una luz de esperanza. Se vive así un «itinerario contemplativo que poco a poco entra en el alma de los dos protagonistas y expone un drama personal en la profundidad del corazón humano».