Mn. Julio Diéguez: «La configuración con Cristo significa compartir sus sentimientos»
Entrevista al rector del Seminario de la Prelatura del Opus Dei y profesor de Teología Moral en la Universidad Pontificia de la Santa Cruz Mn. Julio Diéguez

Los días 25 y 26 de enero se celebraron las 57 Jornadas de Cuestiones Pastorales, con el título: «Jesucristo, en el centro. La centralidad de Jesucristo en la formación y la vida del presbítero». Uno de los participantes fue el rector del Seminario de la Prelatura del Opus Dei y profesor de Teología Moral en la Universidad Pontificia de la Santa Cruz en Roma Mn. Julio Diéguez, con la ponencia Los mismos sentimientos de Cristo Jesús (Flp 2, 5). «Es Cristo quien actúa a través del sacerdote, por eso es muy importante que aprenda a sentir con Cristo», afirma.
¿Qué idea transmitió?
La configuración con Cristo de todo cristiano, y en especial del sacerdote, significa en último término compartir los sentimientos de Cristo. Los sentimientos suponen una valoración de las situaciones en las que nos encontramos. Que esta valoración coincida con la de Cristo significa que vemos a las personas y las cosas como Dios las ve y, por tanto, que somos profundamente realistas, misericordiosos, fuertes, valientes, generosos…
¿Por qué son necesarias jornadas como las de Castelldaura?
Me parecen muy positivas las iniciativas que se propongan colaborar en la tarea de que los sacerdotes se maravillan de su ministerio y quieran encarnarle cada día con mayor felicidad y fidelidad. Todos los sacerdotes necesitamos ayuda. El acompañamiento espiritual es muy necesario al presbítero, porque las dificultades que necesariamente encontrará se afrontan mejor acompañado que solo y, además, su configuración efectiva con Cristo tiene efectos enormes en la vida cristiana de otros muchos fieles.
¿Cómo ha evolucionado la formación del seminarista?
Aunque los objetivos de fondo que nos planteamos sean los mismos -queremos formar buenos presbíteros-, han cambiado los retos que debemos afrontar para lograrlo. Por ejemplo, hace 30 años lo corriente era encontrar personas formadas en una familia estable, con un conocimiento de la doctrina y una vida cristiana más o menos desarrollada, un buen punto de partida. Ahora, esto no siempre es así. Hay muchas personas con buenas intenciones, pero con menos conocimiento y experiencia de lo que significa ser cristiano. Hace falta estudio, orientación y tiempo.
Entrevista realizada por Òscar Bardají y Martín para la Hoja Dominical del 6 de febrero.