Card. Omella: «’Ultreia et suseia’, ¡camino con el Señor!»
El Ateneu Sant Pacià cierra la última sesión con la ponencia del Cardenal Osoro, «Construir una Iglesia del Pueblo desde las periferias urbanas existenciales»

Fotografía: Ramon Ripoll
«¡Ultreia et suseia!» Con esta expresión propia del Camino de Santiago el cardenal Juan José Omella ha concluido el congreso sobre la Teología y la Pastoral del Francisco en la Iglesia. Ha aprovechado este típico saludo entre peregrinos que significa «más allá y más arriba», para hacer referencia al camino que debemos seguir haciendo después del aprendizaje recibido durante el congreso.

«Más allá y más arriba»
En el cierre del congreso, el cardenal Omella ha agradecido la participación de todos los presentes y ha evocado esta expresión de los peregrinos del Camino, que tal como ha recordado, nos dice: «Ultreia et suseia», «más allá y más arriba, con el Señor». «Nosotros somos esta iglesia en salida tal como nos recuerda el Papa Fracesc. Estamos en camino y vamos más allá y más arriba», ha dicho.
Omella ha comparado el congreso con un albergue en medio del camino. Es decir, un lugar donde reponer las fuerzas y cargarnos de conocimiento. Unas bases de la teología y la pastoral del pontífice. Entre éstas, destacó «Dios como fuente de nuestra existencia y del Pueblo fiel», recalcaba el cardenal. «Un pueblo que va de dentro a fuera, hacia las periferias y que pide un lenguaje marcado por» la misericordia y la alegría «, los requisitos indispensables para» acompañar y discernir en la libertad», expuso el arzobispo.
Una Iglesia en «comunión misionera»
Haciendo énfasis en las periferias y en el «Salir», se ha situado también el arzobispo de Madrid durante su intervención. Partiendo de la Evangelii Gaudium, expuso como el Francisco hace un llamamiento a la misión y aquellos que se llevará a cabo saliendo hacia las periferias. «Hay que dejarse llevar por Dios».
Subrayando la expresión «comunión misionera» que pide el Pontífice, Osoro ha indicado la misión de los cristianos y cristianas, que debemos «protagonizar una «Iglesia en salida de la que tanto gusta hablar a Francisco», explicaba.»Una iglesia diversa pero unida en este camino hacia Dios».
Ha expuesto como la Iglesia a la que llama el Santo Padre «preserva la unidad de corazón y, al mismo tiempo, asume cordialmente la diversidad». La ha definido como aquello que está «íntimamente presente en el corazón de su gente, en las entrañas del pueblo sencillo creyente, capaz de movilizar interiormente hacia el seguimiento apasionado de Jesucristo».
Camino en sinodalidad
El cardenal subrayó la «sinodalidad en la vida y misión de la Iglesia». «El vivir y caminar juntos como pueblo de Dios». Ha asegurado que una iglesia con sinodalidad «tiene buena salud» y que «supone la forma de superar el clericalismo dando esperanza a la iglesia local». Tal como ha dicho, es la herramienta fundamental en la acción pastoral para ir de camino a las periferias urbanas y existenciales y la forma de ser de la iglesia, que existe para evangelizar y contempla: Cristo, Iglesia y evangelización.
Hacia las periferias
«La sinodalidad nos lleva a las periferias, la realidad más completa», dijo Osoro. El cardenal ha señalado como «las periferias nos vuelven a lo más esencial de Cristo». «La Iglesia debe salir de sí misma e ir a las periferias no sólo las geográficas sino las existenciales también».
«Para nosotros los creyentes somos imagen de Dios. Qué fuerza tiene esta expresión! – exclamó Osoro-. Supone la sacralización de toda persona. Y ello sin obviar que, para el cristianismo, los que sufren la pobreza y la exclusión son presencia de Cristo y juicio último sobre la vida de todas las personas», dijo.
Hablando de donde se encuentra Dios, ha planteado las ciudades como una «explosion de vida», ya que «hay fraternidad, deseo de paz y justicia y al mismo tiempo es donde sufren los marginados y los pobres». Con las ciudades y su crecimiento descontrolado, Osoro advirtió del surgimiento de las periferias urbanas. «Hay que dar especial importancia a la pastoral en las ciudades», advirtió. En este sentido, citó las conclusiones del Sínodo del Amazonas. «El derecho a la ciudad se define como el disfrute equitativo de las ciudades dentro de los principios de sostenibilidad, democracia y justicia social».
Con una Iglesia en salida
Osoro ha redondeado todo el planteamiento con el último punto cuando ha expuesto como la forma de una «iglesia en salida». Es decir, la actitud de salir del confort, «constituye la oportunidad de volver al Evangelio de Cristo para hacerlo luz». Una iglesia que camina con una «espiritualidad de la escucha y el anuncio del amor de Dios». Siempre marcados por «la opción referencial hacia los pobres, también los pobres de espíritu». Las periferias existenciales vienen de aquellos que se ven privados del amor de las personas. «De aquí la importancia de salir para ir al encuentro del otro».
Para hacerlo ha destacado la «misericordia y la caridad». Tal como ha dicho, «el pasaporte del que se sirve Dios para la Iglesia penetre en todos los rincones del alma humana, el perdón y la reconciliación». Son la «fotografía que debemos incorporar» a este salvoconducto «, añadió.