Me complace agradecer a los responsables de la Escuela de Negocios y Ciencias Sociales que me hayan otorgado esta distinción «Honorary Degree» junto con otras personalidades. Con la palabra gracias pienso que lo digo todo. Y con las gracias hay también el compromiso de estar al lado de esta institución que está al servicio de la formación universitaria de la juventud.
Recibir esta máxima distinción de ESERP en esta fiesta universitaria, nos rejuvenece ya que nos rodea de jóvenes universitarios y nos hace recordar nuestros años de vida universitaria. De alguna manera nos ayuda a hacer una película rápida y sintética de aquellos alegres años de vida de estudio y de preparación hasta hoy. Y considero que valoramos muchísimo aquellos años dedicados exclusivamente o si desea preferentemente al estudio. Son años que pasan en la vida y que no vuelven nunca más. Por eso aconsejo a todos los jóvenes universitarios de hoy que los aprovechen.
Otra consideración que permite esa película es valorar haber podido estudiar en la Universidad como un don de Dios. En mi tiempo ir a la Universidad empezaba a ser de bastantes, hoy es de todos. Pensamos, sin embargo, que hay muchos países en el mundo en los que estudiar en una Universidad o Escuela Universitaria es todavía de pocos. Y viene a mi memoria la parábola evangélica de los talentos: quien ha recibido más dones, más estudios, etc, lo debe poner al servicio de los demás que han recibido menos. Su preparación, queridos jóvenes de esta Escuela Universitaria, debéis ponerla al servicio de la transformación de la sociedad para que toda la creación esté cada día un poco más al servicio de todo hombre y toda mujer de la humanidad, ya que esta es la voluntad de Dios creador.
Volviendo de nuevo a la película de aquel tiempo hasta hoy, encuentro muchas imágenes de realidades que aún no han cambiado debidamente. Animo a los alumnos de esta querida Escuela de Negocios, que impregna a la economía valores éticos, para que la economía coloquio, como nos recuerda reiteradamente el Papa Francisco, en su centro la persona humana y no el capital, así la economía y los negocios estarán al servicio de las personas.
Deseo felicitar el trabajo de la Escuela Universitaria, a todos los graduados y sus familias. Que los valores humanos y cristianos que hemos recibido en estos estudios aquí os sirvan para amar y servir a las personas y así haréis empresa y desarrollo.
Sin embargo la película me ha recordado a mis queridos padres. Somos, en gran medida lo que nos han dado y nos han hecho nuestros padres. Hay que amarlos y recordarlos siempre. Y hoy tenemos un recuerdo y una oración por nuestros queridos familiares difuntos, en particular por el padre del Sr. José Daniel Barquero, Director General de esta Escuela, que el Señor ha llamado recientemente.
Este preciado galardón es un estímulo para recordar y agradecer a todos los que me han hecho mínimamente capaz de recibir hoy el reconocimiento del «Honorary Degree» de la Escuela de Negocios y Ciencias Sociales.