Las religiones, la convivencia y la paz

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(Domingo,03/10/2010)

La ciudad de Barcelona acoge estos días el Encuentro Internacional por la Paz, organizado por la Comunidad de Sant’Egidio y el Arzobispado de Barcelona. Recogiendo el testimonio del histórico encuentro interreligioso de oración de Asís convocado por Juan Pablo II el 27 de octubre de 1986, la Comunidad de Sant’Egidio ha promovido cada año, desde 1987, las jornadas internacionales de oración por la paz, que han tenido lugar en diversas ciudades europeas y mediterráneas.

Barcelona, y en general Cataluña, siempre ha sido una tierra que llamamos de marca, de frontera, país de paso y de encuentro de creencias y culturas diversas, lugar donde han convivido en el pasado comunidades cristianas, musulmanas y judías. Actualmente, con el fenómeno de la inmigración en un mundo globalizado, este abanico se ha incrementado y ampliado notablemente.

Durante estos años ha habido una creciente aceptación de lo que ya se ha denominado el espíritu de Asís, que se inspira en el espíritu de paz, de hermandad y de amor de San Francisco, quien en su época fue un gran testigo de estas virtudes, y cuya fiesta celebraremos mañana lunes, durante nuestro Encuentro.

Nuestra ciudad ya acogió este Encuentro en el año 2001. Durante el último, celebrado en Cracovia los primeros días de setiembre del pasado año, a petición del Dr. Andrea Riccardi, fundador de la Comunidad de Sant’Egidio y alma de esta iniciativa, tuve el gozo de anunciar que el Encuentro del año 2010, que coincide con el 25 aniversario de estas convocatorias, se celebraría en Barcelona. Y aproveché la oportunidad para hacer una primera invitación a los representantes de las Iglesias cristianas y de las grandes religiones mundiales. La comunicación y la invitación fueron muy bien acogidas.

Ahora, cuando nos disponemos a vivir este acontecimiento, vuelvo a formular esta invitación y esta llamada, que quisiera ampliar a todos los ciudadanos y las ciudadanas de nuestra sociedad. Muchos inmigrantes de todos los horizontes religiosos y culturales viven en nuestra ciudad y archidiócesis. Deseo que este encuentro que acerca a nosotros a 500 personalidades, líderes de las grandes religiones mundiales, personas del mundo de la cultura y de la política, así como a algunos jefes de Estado, y que contará con la participación de miles de personas de toda España y Europa –entre ellas muchos jóvenes- pueda ser un estímulo en favor de una convivencia pacífica, en el respeto de las identidades religiosas y culturales, y en un clima de respeto de los derechos humanos.

El hecho de que muchos inmigrantes vean durante estos días entre nosotros a sus líderes religiosos, creo que ayudará a hacer más visible nuestra voluntad de practicar una acogida habitual de los inmigrantes que están entre nosotros.

El Encuentro de Cracovia quedó muy marcado por la celebración del setenta aniversario del inicio de la Segunda Guerra Mundial y por una reflexión sobre el Holocausto, con una visita a los cercanos campos de concentración de Auschwitz y Birkenau. En el mensaje final se decía que “el mundo nunca podrá encontrar la paz sin un diálogo entre los pueblos”. En su mensaje, Benedicto XVI nos recordó que “la aportación que las religiones pueden y han de dar es especialmente importante a fin de promover el perdón y la reconciliación, y para luchar contra la violencia, el racismo, el totalitarismo y el extremismo que desfiguran la imagen del Creador en el hombre, borrando el horizonte de Dios, y que conducen al desprecio del hombre”.

Ahora que nos disponemos con alegría a recibir a Benedicto XVI de aquí a un mes en Barcelona, acogeremos con especial interés el mensaje que él nos enviará sobre el lema del actual encuentro: “Familia de Dios, familia de los pueblos”.

 

Lluís Martínez Sistach

  Cardenal arzobispo de Barcelona

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