El nuevo plan pastoral diocesano

(Domingo, 20/09/2015)

Este mes de septiembre termina el Plan Pastoral de nuestra diócesis para los años 2011 a 2015. Este Plan, titulado Haced lo que Jesús os diga, tenía tres objetivos: anunciar a Jesucristo a los que no lo conocen; la pastoral de la iniciación cristiana; y la solidaridad, expresión de la fe cristiana. Era necesario, pues, preparar un nuevo Plan Pastoral Diocesano. La iniciativa del papa Francisco de convocar un Año Santo extraordinario sobre la divina misericordia nos ofrece una buena ocasión para preparar unas actuaciones pastorales prioritarias para nuestra Iglesia de Barcelona, ​​teniendo en cuenta también la reflexión que se ha hecho a nivel arciprestal sobre la pastoral de las grandes ciudades.

El nuevo Plan Pastoral Diocesano, titulado Misericordiosos como el Padre, aprovecha la celebración del Año Santo pero está en sintonía y en continuidad con el anterior, como se puede ver comparando los objetivos del anterior y los del actual. El primer objetivo es: «Acogida con espíritu de misericordia». Ante la soledad, el aislamiento y el individualismo característicos de las grandes ciudades, se ve muy necesario el servicio de parroquias, comunidades, movimientos y realidades eclesiales varias de acoger a las personas con una actitud de misericordia. Entre las posibles acciones sugeridas para aplicar este objetivo, se propone una acogida de las personas, sean quienes sean, con especial atención a los jóvenes y los matrimonios en situación de crisis, en sintonía con el Sínodo de octubre sobre la familia.

El segundo objetivo es el siguiente: «Participar de la mirada misericordiosa del Buen Pastor». Jesús se compadeció ante las multitudes porque eran como ovejas sin pastor. El papa Francisco nos pide ser una Iglesia en salida para ir al encuentro de la gente y anunciar a Jesús y su Evangelio. Entre las posibles acciones que se proponen para hacer efectivo este objetivo, indico dos: encaminar a los laicos cristianos a estar presentes en las realidades de la sociedad, para realizar su vocación cristiana específica y transformar las estructuras de la sociedad con los valores del Evangelio; y ofrecer a los miembros de la comunidad educativa de las escuelas cristianas el primer anuncio de Jesucristo y de su Evangelio, en el contexto de la Escuela Diocesana de Evangelización.

«La atención material y espiritual a los pobres» es el tercer objetivo. Las consecuencias de la crisis económica son aún muy vivas y graves en las personas y las familias. La pobreza se hace más crónica, más profunda, más intensiva, más extensiva y más autóctona. Por eso creemos necesario continuar haciendo realidad el tercer objetivo del anterior Plan Pastoral Diocesano: «La solidaridad como expresión de la fe cristiana». El papa Francisco desea que el pueblo cristiano reflexione y practique las obras de misericordia corporales y espirituales. Esto es lo que propone este objetivo -en la línea de las catorce obras de misericordia clásicas-: atender las necesidades materiales de los pobres sin olvidar sus necesidades espirituales. El nuevo Plan, con este objetivo, es una llamada a intensificar todo lo que ya se hace con la acción social hacia las víctimas de la crisis y a crear nuevas iniciativas de solidaridad.

  Lluís Martínez Sistach

Cardenal arzobispo de Barcelona