Vuelve el pesebre más inclusivo
La Torre del Suro se engalana desde hace 26 años para acoger los pasajes del Nacimiento representados por el centro ocupacional taller escuela San Camil

Vuelve el pesebre viviente de la Torre del Suro y lo hace con los protagonistas más especiales, las personas con discapacidad intelectual del centro ocupacional taller escuela San Camil. Celebran veintiséis años visibilizando una realidad que a menudo pasa desapercibida. “Este pesebre es un acto de dignidad hacia las personas con discapacidad” asegura su director, Sergi Gil.
Amigos de San Camil
La Asociación de Amigos de la Escuela Taller San Camil nació para ayudar a salir adelante a la entidad. Una tarea que siguen llevando a cabo, ahora ofreciendo a los usuarios una residencia donde vivir. Por eso, centenares de personas hacían largas colas para ver a los excepcionales personajes de uno de los pasajes más importantes de la Biblia.
Demonios, pastores, artesanos, incluso reyes para llegar al lugar más esperado: El establo donde se reponen la Virgen María y San José con el pequeño Jesús. La Torre del Suro se engalana con luces de colores para representar el pesebre viviente. Un lugar excepcional, por lo tanto, que permite crear atmósferas y ambientes difíciles de conseguir en zonas urbanas. Este edificio de 1910 es un excelente exponente de la arquitectura modernista. La visita al pesebre viviente es una oportunidad para contemplarlo con todo su esplendor, puesto que el resto del año el acceso a la finca es restringido.
Taller Escuela San Camil
És un centro ocupacional que da atención a personas con discapacidad intelectual desde 1962. El centro es un servicio de la Pía Unión de los Hermanos Misioneros de Enfermos Pobres del barrio del Guinardó de Barcelona; conocidos popularmente como los Camils. Actualmente, San Camil da atención a 80 personas en dos servicios diferenciados: el Servicio de Terapia Ocupacional (STO) y el Servicio de Orientación e Inserción (SOI).
Por lo tanto, al Taller Escuela San Camil trabajan para mejorar la autonomía de sus usuarios mediante actividades que permitan aprendizajes globales y útiles para su rutina diaria. Desarrollan actividades para mejorar las habilidades personales, sociales, comunicativas y motrices. Las características de la población del centro son cambiantes y con ellas sus necesidades.
El pesebre viviente del barrio del Guinardó hace protagonistas una de las caras más escondidas de la sociedad mostrando valores como la solidaridad y la inclusión imprescindibles esta Navidad.