Un salto por Manos Unidas
El torneo benéfico de Pádel organizado por la ONG y el Club Tenis Barcino permitirá estudiar a 200 niños y niñas de Togo
De derecha, rematando y de volea. Así se ha desarrollado la última iniciativa de Manos Unidas. Un torneo de Pádel en el Club Tenis Barcino que destinará los fondos para un proyecto educativo en Togo, África. El encuentro tuvo lugar el 25 de mayo, en las instalaciones deportivas del centro, donde acudieron los amantes del pádel para colaborar en la causa y pasar un buen rato.
El presidente de Manos Unidas Barcelona, Joan Martí se mostró orgulloso del éxito de convocatoria que ha obtenido esta iniciativa. Tal como dijo, se trata de un proyecto que «vela por uno de los objetivos primordiales de la ONG, como lo es la educación». «Pensamos que la educación es muy importante y es conveniente ayudarles y apoyarlos en este proyecto, necesario para el futuro de los niños y niñas». De hecho, los fondos obtenidos permitirán dar una mano a doscientos niños y niñas «para sobrevivir a los obstáculos que les rodea, estudiar y, así, velar por el futuro del país», explica el presidente de la entidad.
Solidaridad y deporte
La competición tuvo lugar en un ambiente festivo. Mientras unos se disputaban el resultado y unos los miraban, otros comentaban la jugada. Algunos cambiaron el partido de pádel por uno de futbolín, que amenizó el encuentro, sobre todo, a los más pequeños. Fue la fusión entre el deporte y la solidaridad, que dio paso a la fórmula perfecta. Concretamente, convocó casi un centenar de jugadores. Algunos más veteranos que otros, pero todos con el propósito de participar y colaborar con la causa. Sea como sea, una gran ocasión para conocer la ONG y su labor en el continente Africano, donde el deporte, la diversión y las ganas de ayudar sin duda se sumaron.
Todos los beneficios hacia Togo
Togo es un pequeño país de África Occidental. En la capital, Lomé, convive una población que llega de todos los rincones del país a causa del éxodo rural. El barrio de Be-Kiklamé, próximo a la universidad, es un ejemplo de este mosaico de etnias y religiones. La escuela de secundaria de Be-Kiklamé (Togo) se ha quedado pequeña para acoger a todos los alumnos. Por eso, el proyecto educativo en Togo tiene el objetivo de ampliar el centro de educación secundaria de Be-Kiklamé. En general, es una población joven, con ganas de trabajar pero con poca formación, pocos medios y pocas perspectivas de trabajo. La afluencia de gente y la falta de estructuras educativas hace que las escuelas estén abarrotadas y como consecuencia, el rendimiento escolar es bajo. Los padres son conscientes de la importancia de la formación para el futuro de sus hijos y hacen todos los sacrificios posibles porque accedan en una educación de calidad.
Un nuevo edificio
Ahora, es el momento de empezar una nueva construcción de un edificio de una planta (ampliable a dos en el futuro) de 366 m2. Así, constará de 5 aulas y 2 bloques de sanitarios, uno para chicos y otro para chicas, con 4 WC y 1 ducha en cada bloque. Este proyecto beneficiará directamente 200 chicos y chicas cada año e indirectamente al resto de la población escolar como también al conjunto de sus familiares, alrededor de 2.000 personas. Por lo tanto, es necesario, para todos los amantes del deporte, asistir a este torneo, porqué, mientras unos lo pasan bien compitiendo, dos mil personas tendrán la oportunidad de cambiar su futuro.