Las Siervas de la Pasión celebran su día

Mons. Sergi Gordo ha sido el encargado de presidir la Eucaristía en la casa Generalícia para conmemorar la fiesta de la Virgen María de la Visitación

Las Siervas de la Pasión han celebrado una eucaristía presidida por Mons. Sergi Gordo, obispo auxiliar de Barcelona. La fiesta en la casa Generalícia ha juntado a toda la congregación para celebrar la fiesta de la Virgen María de la Visitación. Un día muy especial por las sirvientas de la pasión que conmemoran a su patrona en el barrio del Guinardó.

Virgen María de la Pasión

La venerable Teresa Gallifa, fundadora de las Siervas de la Pasión, era devota de la Visitación de María a su prima Isabel, esta festividad se celebra cada 25 de mayo día que la congregación elige para celebrar conjuntamente un día tan especial. “Cuál es el significado para nosotros la Visita de María a su prima?” se preguntaba el obispo Sergi Gordo. En su respuesta parafraseó al papa San Juan Pablo II. “Vemos por encima de todo la solidaridad de la Virgen María, que movida por la caridad y por la amistad se acerca a casa de Isabel”.

Según San Juan Pablo II, “Isabel responde a María diciendo «Bendecida tú entre todas las mujeres y bendecido el fruto de tu seno». Una expresión de Isabel que entraría después a la Ave María convirtiéndose en una de las plegarias más frecuentes de la Iglesia. Para Mons. Gordo nos tenemos que quedar con “esta aproximación al misterio de la Visitación con la solidaridad y servicialidad de María con Isabel con la cual estuvo seis meses”.

La Visitación, un referente

“La Madre Teresa Gallifa tiene una devoción especial con la Visitación porque escondía el deseo de vivir la sorpresa de Isabel, una sorpresa de donde nace la fe cristiana”. Así lo explicaba el obispo auxiliar de Barcelona que sacaba de este pasaje “una defensa de la dignidad de la maternidad”

Teresa Gallifa, defensora de la mujer gestante

El día 25 de mayo no es solo un día para recordar la Visitación de María. Para las Siervas de la Pasión, también es un día para recordar a su fundadora M. Teresa Gallifa, una “verdadera mujer fuerte”. Nacida en Sant Hipòlit de Voltregà el 1850, de familia pobre, trabajó en un telar doméstico, se casó y tuvo siete hijos, cinco de ellas muertos en la infancia.

Más tarde, empieza a trabajar como matrona. 14 años después de contraer matrimonio, su marido muere y es el momento en que funda la Pía Unión, que tiempo después se convertirá en las Siervas de la Pasión del Señor. Morirá el 1907 con 56 años en Barcelona. Antes de morir dijo a las hermanas de la congregación. «Muero tranquila y confiando en Dios, esperando que por mediación vuestra se salvarán muchas almas». Sus restos descansan en la Casa General.

Para Mons. Gordo, la M. Gallifa era una mujer “valiente y solidaria”. “Fue una grande creyente que se reflejó en la Pasión del Señor” explicaba. “Sobre todo, era una defensora de la vida y la fundadora de una obra al servicio de la vida para mujeres jóvenes gestantes. Unas mujeres a menudo mal vistas por una maternidad extra-matrimonial y sin ayuda por parte de la sociedad”. Para Teresa Gallifa había una máxima que siempre repetía. «En cualquier parte me metería para salvar una alma, una vida».

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