Cristianos unidos por la justicia

La catedral acoge la oración ecuménica con motivo de la Semana de Oración por la unión de los cristianos, del 18 al 25 de enero

Fotografía portada: Agustí Codinach

Este viernes, tuvo lugar en la Catedral de Barcelona la Celebración Ecuménica. Se trata del encuentro que cita cada año las diferentes confesiones cristianas para reforzar la unidad. Este marca el inicio de la Semana de Oración por la unidad de los Cristianos. Por esto, entre el 18 y 25 de enero, hay diferentes actos programados en la diócesis con motivo de la convocatoria.

El decano del Capítulo de la catedral presidió la celebración en el templo donde asistieron los fieles de las diversas confesiones, presentes en la diócesis. Entre estos, destacaba el director general de Afers Religiosos de la Generalitat de Catalunya, Marcelí Joan, así como, la directora del Secretariado de Ecumenismo en Barcelona, ​​Montserrat Puigdellívol. Nombrada hace pocos meses, la directora pronunció por primera vez el discurso de bienvenida, destacando el lema de este año: ‘Buscar la justicia y sólo la justicia’.

Trabajar por la justicia

«Se nos propone el lema Buscar la justicia y sólo la justicia, del texto del libro del Deuteronomio, en un contexto bíblico, que promueve la concordia y la reconciliación» – destacaba Puigdellivol en sus palabras.

«Nuestra oración es de comunión, de ahí su fuerza». Con estas palabras, la directora de ecumenismo destacaba el sentido del encuentro. Una celebración entre «diferentes» que da ejemplo y contrasta en medio de un mundo tomado por «la corrupción, la codicia y la injusticia imponen la desigualdad y la división». «Los cristianos, con las comunidades que individualmente representamos, a menudo somos cómplices de la injusticia», denunciaba Puigdellívol. Sin embargo, destacó como los cristianos deben ser «testigos de la justicia». Tal como dijo, «instrumentos de la gracia salvífica de Cristo por este pobre mundo desgarrado».

Animó a continuar incentivando las relaciones interconfesionales. Unos vínculos que, a lo largo de los años, han pasado «de la ignorancia a establecer relaciones de diálogo y fraternidad». Así, recalcó el reto de «trabajar por la justicia en el mundo», «un compromiso» de las diferentes confesiones.

Testimonios

Tras la celebración de la Palabra,  intervinieron dos testigos. El primero fue el archimandrita Hristodoulos, Rector de la Parroquia Ortodoxa Griega en Barcelona y Vicario Episcopal para España Oriental y Andorra del Patriarcado Ecuménico de Constantinopla. Este expuso el sentido de la justicia en la Biblia, y como Dios es justo, ama la justicia y pide al hombre que sea justo con Dios y con sus hermanos. También habló de Cristo como expresión suprema de la «justicia de Dios» y de lo que ello pide a los cristianos. «El hombre está encaminado a buscar la justicia de Dios» – exponía el Arximandrita- no debemos referirnos sólo a justicia en el sentido jurídico sino, también, en el sentido humano, social y económico «.

El segundo testimonio sobre el lema de este año lo presentó S.E.R. Felicísimo Cordero, Obispo de la Iglesia Carismática Episcopal, que se centró especialmente en las tres lecturas de la celebración. Así, citó en varios momentos pensamientos del papa Francisco sobre el deber de los cristianos para con la justicia. En esta línea, centró sus reflexiones en estas tres actitudes: la mansedumbre, la humildad y el perdón.

Homilía

Durante la homilía, el decano de la catedral subrayó el ideal de unidad: «que todos seamos uno«. En este sentido, recalcó la «búsqueda de la justicia y sólo la justicia – haciendo referencia al lema – de modo que la» justicia mane como el agua». Animó a los cristianos presentes en «pedir perdón», ya que, «estamos llamados a dar un testimonio común a favor de la justicia y ser testigos del amor de Cristo«.

«Sois convocados esta semana a examinaros», los exortó. «Todos tenemos un motivo de penitencia y una ocasión de situarnos ante Dios«. El padre José Ramón Pérez espoleó que, a pesar de las tentaciones, la fuerza de Dios puede curar. En esta línea, el decano aseguró que estamos «llamados a vivir en la esperanza». «Nuestra esperanza es el Señor y confiamos en su palabra». «Necesitamos tener fe en la presencia del Espíritu Santo para que nos ayude a caminar hacia la voluntad del Dios. Seamos honestos en Dios», añadió.

Por la paz de todo el mundo

Después de la homilía, se pronunció el canto de meditación «Misericordias Domini in aeternum Cantabria», de Henry Jan Boton. Seguidamente, se hizo la oración lletànica. Tal como estipula, es una oración por los cristianos de todas las confesiones: las Iglesias Ortodoxas, por la Comunión Anglicana, por las Comunidades de la Reforma, por la Iglesia Católica Romana.

Además de la oración por la unidad de las diferentes confesiones se hizo una interreligiosa. Por ello, se rogó por los judíos, los musulmanes y por todos los demás creyentes, que el Todopoderoso les conduce al conocimiento de Jesucristo, plenitud de la verdad revelada «.Un momento destacado, como signo de la paz, fue la Oración del Señor, rezada por todos los presentes. Así, todos entonaron el canto «Un solo Señor, sola una fe, un solo bautismo, un solo Dios y Padre», la bendición y la clausura con música de órgano.

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