Segunda jornada de vacunación en la parroquia de Santa Ana
En total, el CAP del Gótico habrá administrado en este hospital de campaña hasta 130 dosis de Janssen a personas sin hogar
Los profesionales del Centro de Atención Primaria del Gòtic se han desplazado por segunda semana consecutiva en la parroquia Santa Ana para administrar la vacuna para la Covid-19 a las personas sin techo. La primera semana de junio, se administraron en total setenta dosis, y esta vez han sido cincuenta y nueve más.
La iniciativa surgió de la misma parroquia que se puso en contacto con el Departament de Salut de la Generalitat de Catalunya ara pedir que ofreciera la posibilidad de vacunar a los sin techo del Hospital de Campaña de Santa Anna. Así, el Departamento de Salut ha trasladado a Santa Ana dos equipos, un administrativo un médico. El primero, se encarga de recoger los datos y la información al usuario. A continuación, el dispositivo sanitario administra la vacuna Janssen, la cual tiene la ventaja de ser de una sola dosis.
Entrar en el sistema sanitario
Esta dosis ha llegado, a parte de los usuarios del Comedor del Hospital de Campaña de Santa Ana, a otras entidades sociales. Entre éstas, destacan los usuarios del reparto de comida de Hermanas Misioneras de la Caridad de la Madre Teresa, así como, aquellos atendidos por el colectivo «Bocatas». Este grupo son voluntarios de Santa Anna que reparten bocadillos por la zona de Ciutat Vella. Además, también venden personas derivadas de Cáritas Barcelona, del Centro Arrupe, el Comedor el Pan de San Antonio y la entidad Buscando Futuro.
Con ello también se pretende que las personas que no tengan regularizada su situación de atención médica, puedan hacerlo durante esta jornada. Desde el Hospital de Campaña de Santa Ana están muy contentos y agradecidos al sistema sanitario que ha facilitado la disposición de este servicio. Tal como explica el rector de la parroquia, Mn. Peio Sánchez, «para el Hospital de Campaña es importante que la gente en situación vulnerable de la calle, los que no tienen tarjeta sanitaria, accedan a la vacunación y, así, se les protege en el ámbito sanitario. No sólo se les administra la vacuna sino que con esta vacuna se les recoge los datos y quedan inscritos, ya pesar de no tener papeles pueden entrar en el sistema sanitario», añade.
Desplazamiento al lugar
Desde las entidades sociales que han recibido este servicio agradece también el hecho de que los sanitarios se desplacen del CAP hasta la parroquia, ya que rompe una barrera para la gente de la calle. «Este factor es muy importante, – asegura Peio Sánchez- porque es muy difícil que los sin techo vayan al centro médico. De este modo, el mismo sistema de salud establece un modo diferencial de atender a los sin techo. Así, se adapta a ellos y posibilita que se integren a la sociedad, ya que un colectivo que no pertenece a al sistema de salud pueda contar con ello».
Beneficio propio y colectivo
Se trata de un colectivo que viene reivindicando la vacunación desde hace tiempo. Son personas de alto riesgo y que los beneficiará tanto a ellos como a las personas que tienen contacto con ellos. Esta vacuna es también una vía que les facilitará el acceso a otros dispositivos. Es decir, servicios como albergues, comedores y diferentes centros de atención, los cuales en el momento de entrar los pedirán la tarjeta de vacunación. «Creo que nuestro papel como Iglesia, es tener como prioridad a los más vulnerables y preocuparse por facilitarles lo que les pueda ayudar en su día a día, por eso, esta vacuna y todo lo que sea caminar en esta dirección, es misión de la Iglesia», añade Mn. Peio.