Se presenta el libro «Cristians, tanmateix»

Ruth Giordano, Salvador Pié y el autor, Josep Gil, fueron los encargados de conducir el acto

“Cada esfuerzo es una oportunidad, y la de hoy lo ha estado”. Con estas palabras de Ruth Giordano, pastora bautista, se inició la presentación del libro Cristians, tanmateix que tuvo lugar a la Fundación Joan Maragall. Un libro para romper con la configuración de la Iglesia clerical y llegar a una estructura laical. “Con fuerza y convicción”, así lo definía. Ahora bien, Giordano también afirmaba que no se trata de un libro “políticamente correcto”.

Así, el acto fue a cargo de Ruth Giordano; Salvador Pié, profesor emérito de la Facultad de Teología de Cataluña y rector de la basílica de Santa María del Mar de Barcelona y, finalmente, Josep Gil Ribas, autor del libro.

“Soy cristiano”

En la primera intervención, Giordano hizo un recorrido de lo más destacado de cada capítulo del libro. Subrayó que lo había llevado a “visionar al escritor”. Es decir, sin haber establecido contacto con él, conocerlo. Y es que, al final, la pastora explicaba que “ser cristianos es reconocer que Dios quiere y ha derramado su sangre por nosotros”. Eso sí, con la capacidad de confesar “soy cristiano” en el entorno, sin miedo.

El pilar de la Iglesia

Ruth Giordano, siguiendo el libro, también subrayó el hecho de que es necesaria la comunión dentro de la Iglesia. Añadió que esta “es sensible a las diferentes tradiciones, pero no derrocada en la tradición eclesiástica”.  Este desafío de la laicidad implica, pues, “una visión correcta de la variedad , de mirar y aceptar al otro”.

Así, uno de los puntos clave del libro es ver Europa como un “campo de misión, no de proselitismo”. De este modo, iría de la mano pasar de una Iglesia estructural, jerárquica, a local. Este hecho, pues, lo remarcó nuevamente Salvador Pié, a quien le pareció interesante la propuesta de revertir la pirámide. “El pilar tienen que ser los bautizados” – explicaba- “uno de los puntos álgidos es la madurez”. Es decir, la madurez consiste al reconocer que “solo hay una dignidad en la Iglesia: estar bautizado”. Se trataría, por lo tanto, de romper las cadenas jerárquicas, contrarias al mensaje central de Jesús.

Finalmente, otro punto destacable fue lo del papel de la mujer. Giordano, siguiendo las palabras de Gil, comentaba que es un “tema pendiente”. Subrayaba “podemos participar en todo por igual como mujeres, y es necesaria la reflexión”.

La proximidad del autor

Quien también afirmó que, al leer el libro, parecía que estuviera hablando con el propio autor, fue Salvador Pié. Y es que Gil, solo al iniciar su intervención, agradeció personalmente la presencia de todos. Mirando uno por uno los ojos de los presentes, decía “gracias”. Y humildemente dijo: “ojalá, este hombre que os habla aquí, pudierais decir de aquí unos años que este hombre es cristiano, ya tendría suficiente”.

El mismo Gil, pues, comentó que denunciaba “la estructura clerical de la Iglesia”. Así, reforzaba el argumento de que “es un servicio, no para privilegiados”. También, argumentó la situación actual de las vocaciones. Finalmente, acabó diciendo que “el libro no pretende ser proselitista ni convertir a nadie”. Ahora bien, inevitablemente, no puede dejar de manifestar “la alegría de ser cristiano”.

¿Te ha interesado este contenido? Suscríbete a nuestro boletín electrónico. Cada semana, la actualidad de la Iglesia diocesana en tu correo.

Te interesará ...