Sant Jordi vuelve a la Generalitat

El cardenal Omella preside la tradicional misa y bendición de rosas en el Palau de la Generalitat

Sant Jordi ha vuelto al Palacio de la Generalitat. Esta vez con una particularidad. La solidaridad ha teñido de amarillo al claustro del Palau. La fiesta del patrón de Cataluña ha citado a todo tipo de autoridades tanto políticas como eclesiales a la tradicional misa y a la bendición de las rosas.

Sant Jordi y los valores cristianos

Desde el patio de los Naranjos llegaba el séquito con el cardenal Lluís Martínez Sistach precedido del Arzobispo de Barcelona, el cardenal Omella. “Sant Jordi encarna, no solo valores patrióticos, culturales, literarios o caballerescos”, aseguraba el cardenal. “Si no, también, y sobre todo, valores profundamente cristianos”. Además, el arzobispo de Barcelona expresó que “vivimos momentos de confusión, de dolor, de pérdida de valores y carencia de ilusión” y que hace falta “la unión entre todos, una unión que respete la diferencia”.

Bendición de rosas

Acabada la celebración llegó la hora de la bendición de las rosas, grandes protagonistas a la fiesta del patrón de Cataluña. Una vez bendecidas, el cardenal se ha parado parada a parada para agradecer el trabajo a todas las entidades sociales presentes al claustro.

La fiesta de Sant Jordi implica tradición, devoción y, en este caso, solidaridad; pero sobre todo se caracteriza por aquel olor de libro nuevo y a rosa que tiñe de colores las calles de Barcelona.

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