San Cristóbal

Amadeu Carbó explica en un nuevo artículo el origen de la tradición y las costumbres en Barcelona del patrón de los vehículos y los viajeros

El día 10 de Julio es la fecha que el calendario nos reserva para celebrar la fiesta de San Cristóbal. De tradiciones alrededor de este santo hay y bastantes. Algunas de ellas están muy ligadas al costumario barcelonés y otros son bastante desconocidas. Generalizando podemos decir que es tradición que a lo largo del día se realicen bendiciones de vehículos en diferentes lugares del país. Y para terminar de endulzar la fiesta los pasteleros elaboran los deliciosos «volantes de San Cristóbal», unos roscones de pasta de brioche azucarada con fruta confitada. Pero antes de adentrarnos un poco más en las costumbres haremos una aproximación a Reprobus que era el nombre del santo antes de que abrazara la fe cristiana y se bautizara con el nombre de Cristóbal.

En la etimología, Cristóbal proviene de la palabra griega Christophorus que significa portador de Cristo. Jacoppo de lla Voragine recoge en la leyenda áurea (sXII) que este santo de origen cananeo era de dimensiones gigantescas, media doce codos unos seis metros y su aspecto era terrorífico. De lla Voragine también explica que un día un niño lo llamó para que le ayudara a traspasar el río. San Cristóbal lo cargó a sus hombros y a medida que iba traspasando el río, el caudal iba aumentando peligrosamente al tiempo que el peso del niño aumentaba sin cesar haciéndose insoportable. Cuando fueron al otro cauce, el niño le explicó que era el niño Jesús y que había cargado con el peso de todo el pecado del mundo. Jesús le encomendó que cuando volviera a su barraca clavara el bastón que tenía en el suelo y que este frustificaría. Efectivamente el bastón se convirtió en una hermosa palmera. Este episodio de la hagiografía del santo es el que ha quedado fijado en su iconografía.

San Cristóbal es patrón de barqueros, viajeros, peregrinos, porteadores, descargadores, chóferes, etc. Actualmente y por extensión también hay quien considera que es el patrón de los actuales geganters como herederos de los antiguos oficios de carga.

El costumari barcelonés recoge la creencia de que cada 10 de julio al mediodía san Cristóbal llegaba a la ciudad con una barca y con el niño Jesús en el hombro subía por la Rambla; al llegar a lo alto, desaparecía. Los que tenían la suerte de verlo gozaban de buena ventura todo el año y se aseguraban de no tener una muerte violenta.

En la calle del Regomir, en el corazón de la Ciutat Vella y de la capilla de San Cristóbal, los vecinos engalanaban los balcones y se hacía una feria. Joan Amades explica que en los puestos de la feria se podía comprar bollos bendecidos, avellanas tiernas, silbatos de vidrio, y abanicos. Era costumbre que los prometidos regalaran abanicos a las prometidas a su tiempo que ellas les regalaban un silbido lo que provocaba un alboroto considerable.

En 1906 los chóferes adoptaron San Cristóbal como patrón. Es en este momento que ante la capilla dedicada al santo comienza lo que con el tiempo se convertirá en la tradición de la bendición de los coches. Actualmente, a lo largo de todo el día, la capilla está abierta y un cura bendice aquellos vehículos, conductores y ocupantes que así lo deseen.

Finalmente, en el Libro de las Solemnidades de Barcelona en una relación de la celebración del Corpus de 1424 consta que entre las representaciones concurrentes a la procesión administradas por la parroquia de Santa Maria del Mar aparece Sanct Xristòfol ab lo nen Jesús a Coll y que, cojuntamente con un Goliat que aparece en el mismo documento, pueden ser considerados como las primeras referencias documentales de geganters festivos en toda Europa.

Artículo de Amadeu Carbó

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