Reduciendo la diferencia intergeneracional
Cáritas Diocesana de Barcelona reúne a 500 personas mayores y más de 160 voluntarios para celebrar una fiesta entre diferentes generaciones en el marco de su 75 aniversario

Cerca 500 personas se han reunido en la fiesta intergeneracional de primavera de Cáritas Diocesana de Barcelona. Una fiesta que este año cobra un sentido especial. Se celebran los 75 años de la entidad. “Es un espacio de encuentro para celebrar. Este cumpleaños no deja de ser el recuerdo de un compromiso que asumieron los que nos precedieron y que nosotros tenemos muy presente para llevarlo hacia adelante con el deseo de estar presentes allá donde haga falta”. Así lo explicaba Salvador Busquets, director de Cáritas Barcelona.
Voluntariado en las escuelas
Más de 160 jóvenes voluntarios de 12 escuelas colaboradoras con el programa Escoles amb Cor han ayudado con los preparativos y el espectáculo que ha hecho que los más grandes disfruten de una tarde inolvidable. “Es una jornada que llevamos preparando desde septiembre”, así lo explicaba la Jefa del programa de gente mayor de Cáritas, Carmen Gallardo. “Es una iniciativa que preparamos con el grupo de Escoles amb Cor y la gente que participa, son los grupos de tramados de las parroquias” aseguraba. “Procuramos hacer comunidad para sentirnos todos Cáritas”.
Generaciones conecatadas por un mismo espíritu
La diferencia de edad no tiene nada que ver con el espíritu. Una lección que grandes y jóvenes han aprendido de la mejor manera posible con una fiesta que acoge el respeto, la cooperación y el compartir. “Es una experiencia que da mucha vida a las personas que estamos solas” explica la Rosa, una de las participantes. También lo expresan los diferentes voluntarios como Pol que asegura: “Me parece una gran iniciativa para conectar con gente de diferentes edades y darnos cuenta que en el fondo no hay tanta diferencia intergeneracional”.
Por lo tanto, la fiesta intergeneracional de primavera ayuda a las personas grandes a sentirse acompañadas, a recordar que no están solas. Una fiesta que une a los más grandes con los más pequeños que los enseña a apreciar las diferencias, a romper prejuicios y a comprobar que tienen más en común del que pensaban.