Plegaria por las vocaciones sacerdotales
Alrededor de la solemnidad de san José, el Seminario Conciliar de Barcelona acogió la vela de plegaria por las vocaciones
El Seminario Conciliar de Barcelona acogió el sábado 16 de marzo la vela de plegaria por las vocaciones, la vigilia de la ordenación de seis seminaristas como diáconos a la Sagrada Familia y alrededor de la solemnidad de san José. El lema de este año, “El Seminario misión de todos”, fue el eje conductor de la vigilia. En este sentido, tomaron la palabra para compartir su testigo un seminarista (Mateo Gómez); la madre de uno de los nuevos diáconos (Asun Falgueras) y una chica de una parroquia donde colabora uno de los diáconos (Laura Pujol).
Ronda de testimonios
En su testigo, Mateo Gómez, de Sant Feliu de Llobregat, explicó cómo sentía la vocación sacerdotal desde pequeño. También, recordó como, en una visita al santuario de Lourdes cuando tenía 16 años, vio con claridad la llamada. Mateo, con 20 años, es el seminarista más joven del Seminario. Allá, pues, estudian un total de 43 jóvenes que se están preparando por el sacerdocio.
Por su parte, Asun Falgueras, madre de Carles Bosch, compartió su visión testimonial. Se encaminó, pues, a explicar cómo ha vivido todos estos años la vocación de su hijo. Así, la calificó como de “bendición y gracia del Señor”. Animó con energía a que todos los fieles rueguen por los seminaristas y sacerdotes.
Por otro lado, Laura Pujol, de la parroquia de santa Eulàlia de Vilapicina donde colaboran dos de los nuevos diáconos, destacó la importancia que había tenido el contacto con uno de estos seminaristas de cara a su proceso de fe. “Os pido, sacerdotes y seminaristas, que estéis cerca de la gente, especialmente de los jóvenes y los niños”, exhortó.
Llevar a Dios al mundo
El rector del Seminario, Mn. Felip-Juli Rodríguez, presidió el velatorio y destacó como san José mima la vida de los seminaristas para que se conviertan “en hombres de Dios en medio del mundo”. El rector siguió la línea del texto del Evangelio que se había proclamado (Jn 1, 35-42). Por lo tanto, recordó que “queremos apuntar Cristo sin hacer sombra”.
Fuente: Joan Piñol y Garcia, seminarista de Barcelona