Pastoral Obrera reflexiona sobre las desigualdades sociales
La precariedad laboral, las pensiones y la posición social de la mujer son los temas que han centrado la reunión del Arciprestazgo de Provenzales

La Pastoral Obrera se reunió para reflexionar sobre cómo hacer frente a varias temáticas sociales, tildadas de desfavorecidas. Múltiples testigos expusieron diferentes cuestiones relacionadas con situaciones de vulnerabilidad, algunas vividas en primera persona. La delegación quiere iniciar «un camino de investigación de propuestas y soluciones dignas de la condición humana – argumentan en su editorial– con la responsabilidad y la esperanza que encuentran en Dios y en las personas».
El motor de las sociedades: el trabajo
Una joven estudiando y trabajadora, un hombre de mediana edad, un trabajador manual y un hombre jubilado comprometido con la lucha por las pensiones, dieron testimonio en el encuentro. Uno de los asuntos más interesantes que se puso sobre la mesa fue el de las jornadas laborales, valoradas como «terroríficas». Entre otras autocríticas, la pastoral manifestó su «falta de conciencia a nivel global y personal, deberíamos mirar más allá de lo que hacemos». La toma de decisiones diarias son muy importantes a la hora de propulsar un modelo económico y comercial concreto. Un ejemplo sería decidir, muchas veces de forma inconsciente y automática, comprar en un gran centro comercial, en vez de ir a un comercio local. Los ponentes recordaban que el sistema capitalista ha sido encarado por el papa Francisco, que lo calificó de «salvaje y asesino». Los reunidos se preguntaban qué vías de acción eran posibles para dar marcha atrás a un sistema que ha sido impulsado por todos, incluidos ellos.
Una fe aterrizada y horizontal
«¿Por qué en las cúpulas sindicales no suelen haber mujeres?», preguntaban otros haciendo eco de una voluntad más feminista e igualitaria. «¿Qué pasará con las pensiones de nuestros hijos?», manifestaban los más grandes y «¿cómo cuidamos de nuestros nietos y nietas con el poco apoyo económico que tenemos?», se preguntaban dejando al descubierto que la lucha es permanente y universal. Por eso, la Pastoral propone un nuevo concepto de fe: con los pies en la tierra y en horizontal. Se trata de creer en el equilibrio que se da al destruir las jerarquías injustas.
La misión del Apostolado
La comunidad también expresaba su preocupación sobre la tarea del apostolado hoy en día: «se hace – la tarea del apostolado-, sin duda, aunquequizás no como antes, con un anuncio de Jesús tan explícito». Cómo estamos en el mundo también es una manera de transmitir una serie de valores, «transmites a Jesús tratando de ser auténtico», decían. La coherencia es el motor del Apostolado que se manifiesta a la hora de actuar en los ámbitos más cotidianos: en el trabajo, cogiendo el autobús, comprando en el barrio. El eje central de la Pastoral Obrera es «la centralidad de la persona» y por eso recalca la necesidad de hacer comunidad y crear tejidos solidarios, poniendo el énfasis en todos aquellos órganos y pieles que nos configuran como seres humanos y sociales.
Los próximos días 8 y 15 de noviembre la sesión continúa. La presentación de la Pastoral Obrera en el Arciprestazgo de Provenzales a las 19:30 será en Santo Paulí de Nola, Barcelona.