M. Vattamattam: «El reto es ser socios del Espíritu Santo»
El superior general de los Misioneros Claretianos destaca en una conferencia el testimonio de alegría y fraternidad de los fieles que entregan toda su vida a Dios
El Superior General de los Misioneros Claretianos, el padre Mathew Vattamattam pronunció este miércoles la conferencia «La tarea de los misioneros en el mundo de hoy» en la Sala Pere Casaldàliga de la Librería Claret. El padre Vattamattam expuso como clave de la vida cristiana y del testimonio de los religiosos la alegría y la fraternidad. Remarcó que hoy «el reto es cómo ser aliados y socios del Espíritu Santo, cocreadores con el Espíritu». «La fe cristiana se mide por la alegría que llevamos dentro» y, concretamente, «hay una alegría propia de la vida consagrada que no hay que ir a buscar fuera». El padre Vattamattam marcó cuatro ejes con los que la vida consagrada puede seguir siendo significativa en el mundo de hoy. Primero, con la alegría: «Un misionero alegre es el mejor testimonio de la fe». Segundo, siendo «testigo con la misma vida de la experiencia de Dios». Tercero, con un testimonio de fraternidad, en una comunidad de hermanos donde «el color, el lugar de nacimiento, el estatus… no importa. Lo que importa es que somos hermanos». Y, cuarto, una presencia profética. «En una sociedad hipersexualizada, que menosprecia la pobreza y que considera que la obediencia es infantil» los tres votos de obediencia, pobreza y castidad tienen mucha fuerza: «la vida religiosa es en sí misma una vida profética».
«Una mirada universal»
El Superior General aportó una mirada universal desde su experiencia personal, sus orígenes en Asia. El padre Vattamattan nació en 1959 en Kalathoor, Kerala (India). Fue maestro de novicios de la provincia claretiana y director de una casa de espiritualidad de Bangalore. Antes de ser elegido superior general en 2015, durante 12 años formó parte del equipo general de la congregación en Roma como consultor general y prefecto de formación. En esta etapa hizo varias estancias en la Casa de Espiritualidad de Vic para participar en los cursos para formadores. Entre los años 1989 y 1994 también había estado en Roma estudiando las licenciaturas en teología sistemática y en psicología en la Universidad Gregoriana.
«Estaré preocupado si el fuego del carisma claretiano se extingue»
Desde este conocimiento del mundo claretiano y de la Iglesia Universal, el Superior General reconoció que hoy no se vive una primavera de la vida religiosa en el mundo occidental y que «cerrar o fusionar comunidades puede engendrar pesimismo». Pero pidió no hacer «una lectura matemática» porque «la vida religiosa es un baile con Dios que no tiene en cuenta las ganancias y las pérdidas para determinar el éxito». «Estaré preocupado si el fuego del carisma claretiano se extingue del corazón de los hermanos, no si disminuye el número de hermanos», remarcó. «Es el testimonio gozoso lo que nos hace misioneros» y «por los claretianos la cuestión es mantener vivo el fuego».
«Los tiempos de Claret eran más difíciles»
El padre Vattamattam enmarcó esta reflexión sobre la vida religiosa en el contexto mundial actual en el que «hay un grito de cambio; varias crisis indican que no podemos continuar así por mucho tiempo». Un contexto en el que «el papel de la Iglesia es decir algo que nos acerque a la plenitud». Asimismo, hoy «el Espíritu Santo nos ha enviado el Papa Francisco como un regalo para guiar la Iglesia». También recordó que «los tiempos de Claret eran más difíciles», con persecuciones y una fuerte crisis social: «la diferencia es que ahora lo que ocurre en cualquier lugar nos afecta a todos los demás». Un mundo en el que también ve «crecimiento del sentimiento de unidad y de solidaridad» y en el que «gana terreno la idea de que todo el mundo es una red unida». Como ejemplo señaló que «cuando hay un tsunami en Asia todo el mundo se vuelca».
«El otro nunca es una amenaza»
En este contexto, «como Claretianos buscamos asumir la misión colectivamente, como una comunidad» y en la que «el otro nunca es una amenaza». Por ello, «el reto es cómo ser aliados y socios del Espíritu Santo, cocreadores con el Espíritu».
El Superior General explicó que una lectura de la historia desde el Evangelio nos debe llevar a ver que «muchas cosas que pasan en el mundo no se pueden prever con todos los cálculos científicos que tenemos a nuestro alcance. Hay una fe que condiciona la historia». Y, «el Espíritu, que obra más allá de los parámetros de la historia, es nuestra fuente de esperanza».
La aportación desde Asia es muy relevante en este sentido: «El mundo occidental tiene la riqueza de mirar las cosas en detalle. Oriente tiene la riqueza de mirar el conjunto de las cosas, no los detalles». Por ejemplo, «en Occidente se puede hacer un doctorado sobre mística sin rezar y en Oriente eso es impensable». La visión trinitaria de la divinidad también es una clave relevante porque «el conjunto es más que la relación de las partes» donde el «nosotros es más que el yo y el tú».
Atento a la Iglesia y al mundo
La conferencia estuvo organizada por la Fundación Claret y por la Unión de Religiosos de Cataluña. En la presentación el presidente de la URC, el claretiano Máximo Muñoz, recordó que hasta ahora sólo había habido un superior general de la congregación que no procedía de Europa. Asimismo, la presencia en la India de los claretianos no se inició hasta 1970, justo cuatro años antes de que el padre Vattamattam ingresara a la Congregación Claretiana. El padre Máximo Muñoz, que conoció el padre Vattamattam cuando ambos estudiaban en Roma, lo definió como «una persona bien formada, sencilla, sensible y que desprende mucha paz, y que está muy atenta a los movimientos y tendencias actuales de la Iglesia y del mundo «.
La conferencia se puede ver íntegramente en el canal ClaretTV
Hasta el próximo miércoles el padre Mathew Vattamattam estará en la Casa de Espiritualidad de Vic para participar en el curso internacional de formadores Claretianos que se realiza del 18 de abril al 7 de julio.
Fuente: Fundación Claret