Omella: «Tanto si llueve como si no, ¡saldremos!»
El cardenal recuerda durante la solemnidad de Corpus que "nosotros somos la custodia viviente de Cristo que tenemos que llevar su amor en medio la sociedad"
FOTO: Agustí Codinach
A pesar de la predicción de lluvia, finalmente, este domingo 3 de junio, la tradicional procesión de Corpus Christi pudo salir por las calles de Barcelona. Cofradías, órdenes y congregaciones religiosas, autoridades políticas y feligreses de toda la diócesis se citaron para celebrar, con el arzobispo, la solemnidad de Corpus. Se trata de una festividad que, tal como dijo Omella, recuerda que «nosotros somos la custodia viviente de Cristo» que ha de llevar amor en medio la sociedad».
El cardenal Juan José Omella presidió la Eucaristía en el interior de la Catedral de Barcelona. Concelebraron los obispos auxiliares, Mons. Sergi Gordo Mons Antoni Vadell, el capítulo catedralicio y una amplia representación de los sacerdotes diocesanos. Entre la feligresía, destacaban los miembros de la Orden de Santo Sepulcro con sus vestiduras y los niños y niñas, que recientemente han hecho la comunión.
«El misterio de Dios»
«Es posible que Dios, que es tan grande, esté en algo tan pequeño, como es un trocito de pan o una cata de vino?» Así comenzó Omella la homilia, explicando el «misterio impresionante» a que se refiere la festividad de Corpus. Tal como dijo, «un misterio que no comprendemos». «También, resulta difícil de entender, para muchos, la existencia de Dios». Un Dios tan bueno en un mundo donde hay tanto sufrimiento, explicaba el cardenal. Ante este planteamiento, el cardenal explicó que, es «en el momento que Dios tomó la condición humana y pasó por los mismos problemas y dificultades de la humanidad, que Dios se hace presente en cada una de las personas».
«Dios está allí donde está el dolor, el ser humano, acompañándonos». En este sentido citó constitución pastoral Gaudium et spes, del Concilio Vaticano II, que dice: «Los dolores y las alegrías del mundo son las alegrías y sufrimientos de los cristianos porque son las de Cristo». Omella aseguró que, «sólo quien se hace humilde es capaz de conocer el corazón de Dios, lleno de amor y ternura». Una humildad presente en «un pequeño trozo de pan y un poco de vino, el mejor regalo que él nos dejó», añadió.
Debemos Salir!
Con motivo de Corpus, también festividad de Cáritas, el cardenal exhortó a seguir el lema del nuevo Plan Pastoral. Una llamada a «Salir!», Y «estar atentos a las necesidades de los hermanos, sin prejuicios y con un corazón sencillo». Un empujón, a salir y trabajar por la solidaridad y el amor. Y a salir para defender la justicia, con el fin «de anular las causas que provocan el sufrimiento».
«Nosotros, cristianos, tenemos que mirar y ver en el hermano esta misma carne de Cristo en los pobres». Segun Omella, se trata de «un camino canalizado por entidades de Iglesia, como Cáritas, pero también, individualmente, por la feligresía». «Con su aportación económica y desde el voluntariado, contribuye en hacer un mundo más justo y más fraterno, en paz y libertad».
En esta línea, posteriormente a los pies de la Catedral, hizo un símil haciendo alusión a que, al igual que la procesión había salido a pesar del temporal, nosotros los cristianos también lo tenemos que hacer. Porque a pesar de las dificultades no podemos detenernos. Porque, tal como dijo el Cardenal, «tanto si llueve como si no llueve saldremos».
«Nosotros somos la custodia»
El cardenal hizo reflexionar sobre la función de todos y cada uno de nosotros, en este día de Corpus. «Todos nosotros que participamos hoy en esta fiesta, participamos del cuerpo y la sangre de Cristo, y estamos invitados a salir y a llevarlo al mundo». «No estamos para luchar unos contra otros, sino para vivir como hermanos».
«Darnos las manos y en la diferencia construir un mundo en paz y fraternidad», dijo. En esta línea, aseguró que más importante que seguir en procesión la custodia con el Santísimo es el hecho de que «nosotros somos, la custodia viviente de Cristo, que llevamos su amor en medio del mundo».