Mons. Taltavull: «Gracias a todos, os llevo en el corazón»
El futuro obispo de Mallorca se despide de los sacerdotes y feligreses de Barcelona en una misa solemne en la Sagrada Familia
Imágenes: R. Ripoll/ P. Daudé
El obispo auxiliar de Barcelona y futuro obispo de Mallorca, Mons. Sebastià Taltavull, se ha despedido este pasado domingo de la archidiócesis de la ciudad catalana en una solemne misa en la basílica de la Sagrada Familia, acompañado de más de 1400 personas y 120 sacerdotes. Entre ellos, el arzobispo de Barcelona, Card. Juan José Omella, el arzobispo emérito, Card. Lluís Martínez-Sistach y los obispos auxiliares de Barcelona, Mons Sergi Gordo y Mons. Antoni Vadell.
El obispo Taltavull confesó que no es fácil dejar una iglesia como la de Barcelona, donde se ha sentido «acogido, acompañado y querido», al tiempo que pidió a esta más presencia que anime a una acción pastoral sería y que vaya a lo esencial. «Hasta el día de hoy he intentado servir esta Iglesia con toda mi disponibilidad, y poniendo humildemente los talentos que el Señor me ha dado a vuestra disposición siempre que he podido […] Nuestra diócesis es muy grande y necesita mucha presencia […] comenzado por estar siempre al lado de las personas«, dijo durante el momento de la homilía.
En el momento del Padrenuestro, Taltavull invitó a todos a levantar los brazos hacia el cielo y cogerse de las manos pudiendo demuestra de este modo la comunión con los indigentes, con motivo de la Primera Jornada Mundial de los Pobres convocado por el papa Francisco.
En el parlamento final de la celebración, el arzobispo de Barcelona, en nombre de toda la archidiócesis, agradeció el servicio del obispo Sebastià durante todos estos años y le entregó como obsequio un pináculo de la Sagrada Familia, ya que en las torres de los apóstoles se representa el báculo, la mitra y el anillo, lo mismo que lleva un obispo. El futuro obispo de Mallorca, con mucha alegría por el regalo recibido, dijo que se llevaba a todos los sacerdotes y feligreses en el corazón sin ninguna diferencia y que allí en Mallorca tendrían siempre un amigo.
Después de la Eucaristía, los fieles pudieron acercarse al obispo Sebastià Taltavull para felicitarle personalmente por la nueva misión y desearle la mejor suerte como pastor de Mallorca.