De Barcelona a Mallorca
Último artículo de Sebastià Taltavull como obispo auxiliar de la archidiócesis

La Iglesia se vuelve más «misionera» cuando uno de sus miembros es enviado a una comunidad hermana, en este caso, cuando me envía a mí a la Iglesia que peregrina a Mallorca. No voy muy lejos, Barcelona y Mallorca son dos diócesis que tienen mucho en común y que siempre han estado pastoralmente relacionadas, no solo por la afinidad lingüística y cultural, sino por la relación que espontáneamente y a muchos niveles el propio pueblo establece. A pesar de todo, no resulta fácil dejar aquello que amas y allí donde has aprendido a seguir amando.
Esta es la pobreza y la grandeza que nos toca vivir cuando somos enviados a anunciar a Jesús y servir el Evangelio a otro lugar, haciéndote uno de tantos como él. Desprendimiento por lo que dejas, agradecimiento por lo que he recibido y me llevo para comunicarlo a los demás, con el contenido de un aprendizaje en el que todos vosotros estáis presentes no solo como maestros, sino como verdaderos testigos.
Cuando en la misión que se te encomienda, la primera motivación es el amor de Jesús que hemos recibido, «sabemos bien —dice el papa Francisco— que la vida con Él se vuelve mucho más plena y que con Él es más fácil encontrarle un sentido a todo. El verdadero misionero, que jamás deja de ser discípulo, sabe que Jesús camina con él, habla con él, respira con él, trabaja con él. Percibe a Jesús vivo con él en medio de la tarea misionera» (EG 266).
Soy consciente del bien que me habéis hecho con vuestra acogida desde el principio, vuestra incondicional ayuda y, sobre todo, vuestra amistad. Aquí estrené mi servicio apostólico con el lema «Vosotros sois mis amigos» y tengo que decir verdaderamente que me lo habéis hecho experimentar constantemente.
He comprobado que en Barcelona hay mucho bien que no se conoce ni los medios hablan de ello, pero existe y con mucha vitalidad. Hay muchos «talentos» repartidos y mucha «semilla de Evangelio» diseminada. Cuando se observa con un corazón limpio y con mirada creyente, todo se ve de otra manera y se llega a ver a Dios. ¡Por eso, muchas, muchas gracias a Dios y a todos vosotros!
Sebastià Taltavull Anglada
Obispo administrador apostólico de Mallorca,
obispo auxiliar de Barcelona y electo de Mallorca