Los ocho cardenales de Barcelona

Repaso de los purpurados que han representado la archidiócesis barcelonesa de entre los 119 obispos que ha tenido a lo largo de su historia

De la lista de obispos de Barcelona -119 en total- sólo ocho de ellos han sido cardenales. El primero fue Guillem Ramon (1), cuando era obispo de Vic. El 1521 fue trasladado a Barcelona, donde ocupó la sede hasta 1526. A la muerte del cardenal Guillem Ramon, la diócesis pasó a las manos del cardenal Silvio Passarino (2), que nunca fue en Barcelona. Tanto él como Guillem Ramon tenían aquí sus vicarios generales.

El tercero fue el que había sido abad de Montserrat, Benet de Sala i de Caramany (3) (1698-1715). Fue célebre profesor de teología en Salamanca. Felipe V le trató maliciosamente de perjuro porque se inclinó a favor del archiduque Carlos en el contexto de la Guerra de Sucesión.

Por esta causa fue durante siete años prácticamente prisionero de Luis XIV (el Rey Sol) y de Felipe V en el exilio de Aviñón. Clemente XI lo creó cardenal en 1713. No fue reconocido como cardenal por el rey Borbón de España, tanto es así que en sus exequias celebradas en la basílica romana de los Doce Apóstoles fue el mismo papa Clemente XI lo que haga imponer capilla sobre los despojos cambiándose el ritual de exequias de un simple obispo con el rito de un eminente cardenal. En Barcelona, pero las exequias fueron celebradas como simple obispo de Barcelona. Está sepultado en la basílica de San Pablo Extramuros.

El cuarto es Salvador Casañas i Pages (4) (Barcelona 1834-1908). Fue canónigo rector del Seminario y párroco de Santa María del Pi. Fue obispo de Urgell (1879-1901) y de Barcelona. Sus pastorales fueron muy elogiadas por León XIII. Una de las grandes aspiraciones de su vida fue ver la canonización del beato José Oriol, que había sido beneficiado de la parroquia del Pi de Barcelona, si bien el cardenal no pudo asistir a la ceremonia de canonización porque murió.
 El quinto cardenal de Barcelona fue Narcís Jubany Arnau (5) (Santa Coloma de Farners, 1913-Barcelona, 1996). Fue canónigo de Barcelona, obispo auxiliar del Dr. Modrego (1955) y participó en el Concilio Vaticano II. El año 1964 fue obispo de Girona, y en 1971 arzobispo de Barcelona. Fue creado cardenal en 1973. Tuvo un papel muy importante en la transición española. Su sepultura está en la catedral de Barcelona, así como la del cardenal Casañas.

El sexto cardenal de Barcelona fue Ricard Maria Carles (6). Nacido en Valencia, fue nombrado obispo de Tortosa en 1969, y allí convocó un sínodo diocesano (1984). En 1990 fue nombrado arzobispo de Barcelona, y en 1994 fue creado cardenal. De sus pastorales y escritos han editado los libros Fe y Cultura y Cartas de la vida estando. Fue arzobispo de Barcelona hasta el 15 de junio de 2004. Está sepultado en Valencia (Basílica de la Mare de Déu dels Desemparats).

El séptimo cardenal de Barcelona es Lluís Martínez i Sistach (7). Nació en Barcelona (1937). Es doctor in utroque iure por la Universidad Lateranense de Roma. Fue obispo auxiliar del cardenal Jubany (1987-1991), obispo de Tortosa (1991) y arzobispo de Tarragona entre 1997 y 2004. El 15 de junio de 2004 fue nombrado arzobispo de Barcelona. Y el 24 de noviembre de 2007 fue creado cardenal de la Santa Madre Iglesia Romana al consistorio que se celebra en San Pedro de Roma. Como hecho preeminente de su pontificado hay que señalar la consagración de la basílica de la Sagrada Familia por el mismo papa Benedicto XVI.

El octavo cardenal será el actual arzobispo de Barcelona, monseñor Joan Josep Omella (8), creado cardenal el 28 de junio de 2017.

 

Autor: Mn. Josep M. Martí Bonet

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