La vivienda, un bien de inversión
En el 'Dilluns dels Drets Humans' de este mes de abril, Sonia Olea y Jaime Palomera debaten sobre la problemática de la vivienda

De hecho, los datos objetivos sobre vivienda ratifican que se ha convertido en una inversión que da mucho rendimiento: los elevados precios del alquiler, que la vivienda protegida sólo un 1,8%, que las personas dedican más del 30% de los ingresos a la vivienda y que 900.000 personas en la diócesis de Barcelona sufren exclusión residencial. Además, destacaba Jaime Palomera, «se calcula que el 30% de las finanzas globales se dedican a especular con la vivienda de nuestros barrios y ciudades. Tenemos un problema de raíz, estructural».
Ante estos datos, «luchar a favor de la vivienda con una mirada de Derechos Humanos es una lucha de David contra Goliat», defendía Sonia Olea.
En mirada de DDHH
Hay muchos vecinos a los que se les ha subido el alquiler un 100%: han pasado de pagar 700 € a 1.400 €. Estas experiencias son habituales, según Jaime Palomera, quien recordaba que «los beneficios no pueden ir en detrimento de la vida de las personas». Por este motivo, 1.000 personas en Barcelona se han plantado ante la subida de precios y han desobedecido la ley de arrendamiento urbano: «Ha sido una burbuja de alquiler políticamente cocinada donde modificaciones en los contratos sumados a beneficios fiscales han hecho trasladar el especulación de la venta al alquiler. Y así hemos llegado a tantos desahucios como en 2011, en plena crisis». Pero, incluso, vivir en la calle está penado. Con la Ley Mordaza, se castiga la pobreza en el espacio público con sanciones administrativas. Según Olea, «una ley que para con el derecho a la vivienda».
Pero este no es un problema sólo en España. En otros países, comentaba Sonia Olea, pasa lo mismo: «Se da un doble desalojo. Te hacen fuera de tu casa y, al momento, la tiran abajo porque han vendido el terreno «.
Es así como «la vivienda se convierte en una ficha de casino», denunciaba el portavoz del Sindicato de Llogaters. «Hacer fuera una familia para especular con la vivienda debería estar prohibido. Una cosa es que la ley te diga que te pueden echar pero por encima están los derechos humanos».
Ante todo esto, ¿qué se puede hacer?
Regular los precios de los alquileres es la medida que compartían Olea y Palomera. «Hay que regular el acceso a la vivienda no como una inversión sino como un derecho», indicaba la profesional de Cáritas Española. «Y que el alquiler sea una forma de vida estable y digna como ocurre en Alemania, donde los contratos de alquiler se renuevan automáticamente a menos que el propietario reclame la vivienda con motivos sólidos y no de rendimiento económico», añadía Palomera.
Una medida que depende directamente de la voluntad política. Muy cerca de las elecciones municipales, el próximo 6 de mayo, tendrá lugar la última sesión del Lunes de los Derechos Humanos «Voces para una agenda social en Barcelona» donde podrás escuchar la voz de diferentes partidos políticos para que nos expliquen sus propuestas para hacer una sociedad más justa y que garantice los derechos de todas las personas.