La referente de la santidad cotidiana: María
El arzobispo primado de Tarragona, Mons. Joan Planellas ofrece, de momento, la última Conferencia Cuaresmal en la Basílica de la Purísima Concepción
Fotografías: Ramon Ripoll
La Basílica de la Purísima Concepción acoge el Ciclo de Conferencias Cuaresmales que, por el momento, han sido canceladas por prudencia. Tanto la del día 15 de marzo sobre «Nacer y dejarse amar» impartida por el director espiritual de la sierva de Dios Chiara Corbella, como el del día 22 de marzo sobre la vida como una obra de arte.
El arzobispo primado de Tarragona, Mons. Joan Planellas, sí que pudo impartir su conferencia llamada. “Junto a Cristo, con toda ternura, encontramos su Madre, María”. Esta, se ha basado en la santidad cotidiana con la máxima exponente que es María. Para empezar ha querido enfatizar con los aspectos que pueden malograr nuestra espiritualidad. Seguidamente, ha hablado sobre cómo se puede conseguir que el Espíritu Santo rejuvenezca nuestra espiritualidad, para finalizar con las actitudes que hay que tener para llegar a los otros.
Causas que pueden malograr la espiritualidad
Mons. Planellas ha querido concretar aquellos aspectos que pueden malograr la espiritualidad. El primero es la tristeza. “Estamos viviendo una pesadumbre de espíritu que repercute en una insatisfacción generalizada” ha explicado Planellas. “Acabamos estando tristes porque querríamos unos ideales que no hemos acabado de conseguir” ha asegurado. El segundo punto es la indiferencia progresiva, “es este enfriamiento espiritual que nos hace volver superficiales y vacíos”, ha indicado el arzobispo de Tarragona. El tercer punto, por lo tanto, es la mundanidad espiritual, que según Planellas, “todavía es más desastrosa que la mundanidad moral”. El arzobispo ha asegurado que “bajo las apariencias de bastante religiosidad surge una mundanidad que es desastrosa al espíritu». Para el arzobispo de Tarragona las causas son creerse mejor que los otros “acabamos con la crítica indiscriminada, con los sentimientos de superioridad e incluso con la superficialidad con el tratamiento de las personas”. Por estos tres motivos Planellas ha pedido hacer “un examen de conciencia”.
Conseguir rejuvenecer la espiritualidad
Para conseguir este hito el arzobispo de Tarragona ha ofrecido cuatro puntos. El primero es intensificar la intimidad con el Señor. “Tenemos que salir de la iglesia con una ilusión renovada, hacen falta hombres y mujeres santos de esta santidad en la vida ordinaria” ha relatado Joan Planellas. “Nosotros tenemos un gran modelo de Iglesia que es María. Nuestro modelo de Iglesia es una mujer”. En segundo lugar se pide ser cercanos a las personas. “Los cristianos tendríamos que ser más cercanos a los otros trabajando esta Iglesia de proximidad para pertenecer a un hogar de fraternidad donde las personas puedan ver como vivimos. Tenemos que explicitar la vida cristiana allá donde se encuentra la gente”, ha asegurado Planellas.
En tercer lugar, el arzobispo primado de Tarragona pide ser pacientes. “Hay que recuperar esta paciencia y mantenernos firmes en nuestras convicciones”. Finalmente, el último punto es el de amar llenos de esperanza. “Disponibilidad, tenemos que amar a nuestros hermanos y hermanas con sus luces y sus sombras, con sus grandezas y miserias. No queremos una Iglesia nueva, pero sí que queremos renovar a fondo la que tenemos y la que nos ha sido confiada. Necesitamos renovarla con nuestro propio proyecto de vida cristiana”. Por eso, Mons. Planellas asegura que “ahora tenemos la necesidad de recuperar una Iglesia más corresponsable que manifieste esta ternura de Dios. Todos somos necesarios, tal como dice el Papa «todos somos discípulos misioneros», por lo tanto todos tenemos que ser activos en la vida de la Iglesia y tenemos que ser un agente evangelizador”.
El doble llamamiento: la fe auténtica y el servicio desinteresado a los otros
Para llegar a esto hacen falta unas actitudes espirituales. En primer lugar hace falta una actitud de escucha atenta por parte de todos. «Tenemos que ser «artesanos de unidad» tal como decía el santo Pablo VI”, ha relatado Planellas. Seguidamente hay que dejar espacio a la gracia del Espíritu Santo para, en tercer lugar, llegar a la claridad. “Tenemos que ser claros en nuestra vida y hacer un intercambio de pensamiento”, ha indicado el arzobispo de Tarragona. A continuación hace falta confianza. Confiar más en los otros y dar la confianza que se merece el otro. Por último necesitamos una “prudencia pedagógica”, asegura Planellas. “En nuestra relación con los otros nos hace falta esta prudencia que tiene mucho en cuenta las condiciones psicológicas y morales de los otros”.