Fisa: «Arcadi Oliveres era un incansable constructor de justicia y de paz en su maestría y su estilo de vida»
Entrevista a Josep Maria Fisa, delegado episcopal en Justicia y Paz de Barcelona

El pasado 6 de abril, murió el economista y expresidente de Justicia y Paz Barcelona, Arcadi Oliveres, «un incansable constructor de justicia y de paz en su maestría y su estilo de vida». Su amigo, delegado episcopal a JiP de Barcelona, Josep M. Fisa, recuerda que era «una persona que siempre te hacía sentir bien y cómodo, acogido, y quien lo conocía de cerca podía decir que te hacía sentir también valorado y querido; a su lado hemos cambiado».
Qué legado deja Arcadi Oliveres?
Nos deja un legado sembrado en mil rincones. Miles de personas de todas las edades y de toda condición que lo han escuchado han quedado heridos por sus palabras. Quedan sus libros, que son los relatos que él ha ido desgranando, y sus entrevistas, pero sobre todo queda su contacto directo, personal, las conversaciones, tomando algo después de una charla o una manifestación…
El motor de su vida era claramente el Evangelio…
A menudo hablábamos del Evangelio de Jesús, porque, justamente, la Doctrina Social de la Iglesia está inspirada y fundamentada con su mensaje, que él resumía en las bienaventuranzas, como también lo hace el papa Francisco. Arcadi traducía el Evangelio a la realidad social de hoy y nos proponía las respuestas concretas que había que dar a los grandes desafíos de la justicia, aquí y en todo el mundo.
Qué deberes ha dejado pendientes, concretamente en JiP?
En JiP siempre se sintió como en casa, porque las causas de nuestra Asociación eran sus causas; pero él siempre iba más allá. Recuerdo que dijo que si JiP tiene deberes pendientes son sus causas y, sobre todo, su estilo de comunicar y de abrirse al mundo, con la denuncia, con la coherencia y siempre, siempre con la esperanza. «No perdáis, nunca, nunca, nunca la esperanza», remarcaba.
Entrevista realizada por Òscar Bardají Martín para el Full Dominical del 9 de mayo