Encuentro de envío de los misioneros que se marcharán este verano desde la archidiócesis
El cardenal Omella se reúne con el grupo de voluntarios que irá a servir como misioneros siendo transmisores de fe
Con la llegada del verano son muchos los que se marchan al extranjero. Algunos van de vacaciones y otros a las misiones. Por eso, el arzobispo de Barcelona, Card. Joan Josep Omella ha celebrado un encuentro en la capilla del Palacio Episcopal con los misioneros que durante los próximos meses irán a servir a los diferentes destinos.
Tal y como explica el director del Secretariado de Misiones, Manuel Górriz, este encuentro «quiere ser el inicio de una relación continuada en cuanto a la animación misionera, y el inicio de las actividades que desde el Secretariado de misiones se llevarán a cabo durante el próximo curso».
Misioneros en camino
«Este encuentro, pretende establecer un vínculo con las personas y grupos que vivirán la experiencia de ser misioneros», explica Górriz. Una vivencia que algunos realizarán en un campo de trabajo, en una actividad de voluntariado solidario, o de cooperación misionera en estos países por parte de entidades vinculadas a la Iglesia de Barcelona.
Además, para los misioneros que se marchan, encontrarse todos juntos supone la «constatación del camino sinodal al que todos y todas estamos llamados», añade el director del Secretariado.
Dejarse guiar por el Espíritu
Tras la bienvenida, a cargo del director del Secretariado, los misioneros que se marcharán y algunos que ya han vivido la experiencia, se presentaron y explicaron su propósito misionero. Entre los asistentes estaba un veterano misionero Joan Solé, quien presentó su testimonio en Togo. Por su parte, el cardenal Omella, los bendijo y los envió para dar testimonio de su fe.
El arzobispo Juan José Omella les animó a realizar esta misión evangelizadora. Una misión que nos viene desde el día en que somos bautizados, recordó el cardenal. «La misión de la Iglesia es ser misionera, dar a conocer a Dios y su palabra», dijo. Les aconsejó «dejarse guiar por el Espíritu Santo para ser transmisores del Evangelio», para mantener a la Iglesia viva. «Evangelizar es cuidar pero sobre todo anunciar la Paz y la Bonanova de Jesús. Ayudar al desarrollo humano y sanitario con la Palabra de Dios», añadió.
Acercar a la situación social
Desde el Secretariado de Misiones, el director Manuel Górriz expone que «quiere hacerse presente la dimensión misionera en la Diócesis». Según expone Górriz, «las estancias y experiencias en territorios de misión por parte de personas y entidades de Iglesia son siempre motivo de reconocimiento y promoción, ya que ayudan a acercarse a la situación social de estos países y visibilizar el compromiso de la Iglesia en estas comunidades. Estas vivencias y testigos también sirven para alentar el espíritu misionero en otros, especialmente en los más jóvenes», añade.
Desde el Secretariado de Misiones se compartió con los misioneros el deseo de que estas experiencias misioneras en las que participarán, «no sean sólo una tipología de turismo misionero, sino que le ayuden a aprender a “mirar” la misión con ojos nuevos, con ojos de testigos de Cristo».
Antes de finalizar el encuentro, todos los misioneros recibieron su cruz misionera, con los colores que la caracterizan, para que les acompañe en ese camino como transmisores de fe.