El servicio de duchas de Santa María de Premià, un proyecto de Iglesia en salida

Las voluntarias Anabel y Mercedes explican cómo funciona este servicio de limpieza gestionado conjuntamente con Cáritas

Hace doce años que la parroquia de Santa María de Premià de Mar, del arciprestazgo del Maresme, puso en marcha el proyecto de duchas para los sin hogar, una iniciativa en la línea de lo que quiere promover el eje de los pobres del Plan Pastoral Diocesano ¡Salgamos! Este servicio de limpieza es una de las iniciativas de acción social que ofrece la parroquia a toda la localidad de Premià, que comprende las parroquias de Santa Maria, Sant Cristòfor y Sant Pere. Se hace conjuntamente con Cáritas Barcelona y con la ayuda de los servicios sociales del Ayuntamiento de Premià de Dalt y el de Premià de Mar.

Una respuesta a una necesidad

El coordinador de la acción social parroquial de las dos localidades de Premià, José Manuel Barreto, explica que el servicio de duchas surgió de una necesidad que se hacía evidente, al ver todos aquellos que duermen en la calle bajo un puente , a una barraca o una furgoneta. «Creímos que sería una buen recurso para ellos, – explica el José Manuel- y desde que lo pusimos en marcha ha tenido una respuesta positiva».

Además, este servicio lo complementan con un de podología que cuida de patologías en los pies, ya que, como explica Barreto, «muchos de los que viven en la calle sufren esta dolencia».

Funcionamiento del servicio de duchas de Premià

Las duchas de Premià de Mar reciben alrededor de una quincena de personas, que llegan derivadas de los servicios sociales de los ayuntamientos de las dos localidades.

Anabel y Mercè son dos de las voluntarias encargadas de conducir el proyecto. Cuentan que cuando llegan, les dan un neceser con todo lo que pueden necesitar para ducharse y toallas. Además de atenderles y darles un espacio donde lavarse, los lavan la ropa. De este modo, la próxima semana, cuando vuelven para ducharse les devuelven la ropa limpia para poder volver a hacer uso.

El proyecto, vela por garantizar la dignidad de todas las personas y establecer un trato de igual a igual con el otro. En este sentido Barreto añade que ya no es sólo el hecho de lavarse si no de establecer un trato con una persona y socializarse cuando llegan a la parroquia. Así, los frutos de esta acción los reciben los mismos voluntarios a través del trato con los usuarios que hacen uso del servicio. Así lo explica Mercè, la que asegura que colaborando con este proyecto le ha hecho ser «más paciente, entender más a la gente y respetar el diferente». También Anabel, explica cómo «Ayudar a los demás me aporta una satisfacción y una alegría de poder ayudar a la gente».

El voluntariado: motor de la acción social

Este servicio que vela para las personas más vulnerables, se complementa con otros dispositivos como la acogida personalizada, el ropero, las campañas de alimentos, el Huerto Social o el DISA, gestionados también por la parroquia.

Todos estos proyectos se llevan a cabo gracias al voluntariado que, con estos servicios, camina en la línea de lo que pide el Evangelio, ayudando a los más desfavorecidos del pueblo de Premià de Mar, así como de Premià de Dalt. En total, es gracias a la colaboración y el trabajo de más de 360 ​​voluntarios, que se realiza esta acción en los locales de la parroquia de Santa María.

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