El papa Francisco quiere «medidas concretas» para combatir los abusos
El obispo de Roma ha dirigido unas palabras a los participantes del encuentro sobre la protección del menor en la Iglesia que ha comenzado este jueves en Ciudad del Vaticano
Fotos y crónica desde Ciudad del Vaticano de Toni Hervás
El papa Francisco ha sido rotundo al referirse a los resultados que espera del encuentro sobre protección de los menores en la Iglesia que ha comenzado hoy en Roma: «se esperan respuestas, medidas concretas y eficaces» ante lo que ha calificado como una «plaga». Para empezar ha entregado a los cerca de 200 responsables religiosos de todo el mundo veintiún un puntos concretos para trabajar. Estos puntos, entre otros, pasan por elaborar protocolos prácticos de actuación y dotarse de estructuras de escucha, informar de estos hechos a las autoridades civiles, atender a las víctimas, subir la edad mínima del matrimonio a los 16 años (lo que obliga a un cambio del derecho canónico), hacer códigos de conducta obligatorios para todos los religiosos o la evaluación psicológica de los candidatos al sacerdocio. «El pueblo de Dios espera de nosotros responsabilidad pastoral y eclesial, saber cómo encarar este mal de la Iglesia y de la humanidad», ha querido dejar claro el Papa.
Precisamente, la responsabilidad es el primero de los tres ejes que los representantes de la Iglesia católica reunidos han empezado a tratar hoy. Desde el inicio de la jornada han conocido personalmente el testimonio de las víctimas. El trabajo haido precedido de una oración que, precisamente, los instaba a «escuchar a los que han sido violados y heridos en la Iglesia». Un preámbulo que los ha llevado enseguida a afrontar, de primera mano, el sufrimiento de las víctimas de abusos sexuales. El testimonio grabado de cinco personas que han sufrido directamente el abuso por parte de un religioso. Justo después el cardenal Luís Antonio Tagle comenzaba la primera intervención con una interpelación: «¿Cómo es posible que no olieran el hedor de la inmundicia? La negación ocasiona directamente la muerte «. Tagle apuesta por el camino del perdón, «que no merecemos, que es un regalo y que debe ir de la mano de la justicia.»
La intervención de Mons. Scicluna
La segunda intervención tenía un carácter especialmente relevante, ya que iba a cargo de la persona que tiene esta responsabilidad específica dentro de la Congregación para la Doctrina de la Fe, con un título muy directo: «La Iglesia como hospital de campaña. Asumiendo responsabilidad.» Charles Scicluna no ha decepcionado. Diciendo desde el principio que las cosas no se habían hecho bien. «Algunos habéis fallado y cometido graves errores» dijo a los presentes, apostando a continuación por hacer «una acción decidida» como respuesta. Por ello ha recordado todas las normas y protocolos ya existentes para denunciar una conducta sexual inadecuada. «Hay que tener y ejercer protocolos propios, informar a Doctrina de la Fe y respetar el marco legal civil.»
Con toda esta información los convocados se han dividido en grupos de trabajo hasta la última presentación del día, en la que el cardenal Rubén Salazar les ha hablado de «La Iglesia en un momento de crisis» con parámetros de actuación actualizados. Salazar ha pedido una «revisión de la mentalidad de los obispos y, especialmente, que se alejen del clericalismo» a la hora de dar respuestas a los abusos. También ha explicado «que el daño no nos viene de fuera, sino de dentro».
Testimonio de víctimas
Esta primera jornada termina, como cada uno de los días de este encuentro, con el resultado del trabajo de los grupos y una oración con el testimonio posterior y presencial de una víctima frente a todos. Ver cara a cara el sufrimiento para comenzar el camino de la responsabilidad. Mañana viernes será el momento para tratar la rendición de cuentas.