El Ateneu Universitari Sant Pacià inicia su quinto curso

El Dr. Albert Viciano centra su lección inaugural en la crisis iconoclasta en el periodo del Imperio Bizantino

Ramon Ripoll

El Ateneu Universitari Sant Pacià empieza el curso. Después de cuatro cursos académicos de funcionamiento, el AUSP “continúa el proceso de reafirmamiento de sus estructuras internas y su proyección hacia fuera”. Así lo ha explicado su rector, el Dr. Armand Puig. El acto celebrado en el aula Magna del Seminario Conciliar de Barcelona, ha sido presidido por el cardenal Joan Josep Omella, Gran Canciller del AUSP. También se ha contado con la presencia de los obispos de las diócesis catalanas. “Somos una institución eclesiástica, pero no clerical, sino profundamente eclesial, que tiene la tarea de formar intelectualmente los futuros pastores del pueblo de Dios y otros agentes y trabajadores de los varios campos pastorales” explicaba Puig.

El Dr. Armand Puig aseguraba que el Ateneu “es como un gran paraguas académico que guarece hasta doce realidades: tres facultades, un centro afiliado y ocho institutos, con un total de 2.500 alumnos”. El AUSP, integra las facultades de Teología, Filosofía y Antoni Gaudí, los institutos superiores de Liturgia, Teología Fundamental, el CETEM de Mallorca y seis institutos de Ciencias Religiosas. El AUSP, es miembro también de la Federación Internacional de Universidades Católicas (FIUC) y de la Federación de Universidades Católicas de Europea (FUCE).

Reconocimientos y novedades

  El Dr. Armand Puig ha recordado la “profundidad y solidez” del pensamiento del Dr. Joan Planellas, nombrado arzobispo de Tarragona y nuevo Vice-Gran Canciller del AUSP, un auténtico “constructor” del Ateneo, que “ha contribuido a hacer que este consolidara su vocación de pulmón intelectual de las diócesis con sede en Cataluña”. También ha destacado la figura del Dr. Xavier Morlans, “un todoterreno, un hombre de frontera sensible y cordial y atento, que ha enseñado Teología Sistemática durante muchos años”. Así mismo Morlans ha recogido su medalla. El rector del Ateneo ha explicado las novedades de las tres facultades de este próximo curso 2019-2020.

Traslado al Imperio Bizantino

El Dr. Albert Viciano, profesor de la Facultad Antoni Gaudí, ha impartido la lección inaugural del curso, con el título El debate teológico en la crisis iconoclasta de los siglos VIII y IX en el Imperio Bizantino. El Dr. Viciano ha dicho que “una de las diferencias entre la tradición cristiana oriental y occidental es la significación de las representaciones en imágenes de aquello sagrado; mientras que en las iglesias orientales los iconos pintan en aquello representando la sustancia de lo sagrado, la iglesia occidental entiende las imágenes como una figuración didáctica, votiva y de culto”.

Cinco momentos de la crisis iconoclástica

En cuanto al estilo –ha explicado-, mientras que en la tradición católica es libre y adaptada en cada momento, en la tradición oriental la pintura sacra parte de unos parámetros fijos y presupuestos, una preparación interior del pintor para que la transfiguración de la imagen sea posible”. Así mismo, Albert Viciano ha indicado esquemáticamente los cinco momentos de la crisis iconoclástica con una primera fase opuesta a la prohibición y destrucción de imágenes. En segundo lugar con un intento de solucionar la crisis convocando el concilio iconoclasta de Hièria, que no funcionó. Seguidamente con la victoria iconofílica del concilio ecuménico de Nicea II. En cuarto lugar el renacimiento iconoclasta bajo el emperador León V el Armenio. Finalmente, la quinta época con la victoria final del culto de los iconos en el concilio de Constantinopla; un momento que fue definitivo, puesto que desde semillas la devoción y el culto de los iconos han quedado inalterados en las Iglesias cristianas de Oriente. “A día de hoy, el culto de las imágenes de Cristo tiene que encuadrarse en otros parámetros culturales, orientado al servicio de los pobres y a la dignificación de la condición humana”, ha concluido el Dr. Viciano.

«Hay que ser un Buen Pastor»

El cardenal Omella ha sido el encargado de cerrar la inauguración del curso del Ateneu Universitari Sant Pacià. “Hablar de pastoral no es hablar de un aspecto formación, sino algo que engloba a todos” explicaba el arzobispo de Barcelona. “Todos los aspectos de la formación quedan incluidos en la imagen del buen pastor, puesto que la caridad es el aspecto de todas las virtudes” aseguraba. “Para ser misioneros y apóstoles, antes tenemos que ser discípulos. La misión de estos centros de formación es formar a buenos pastores que comuniquen la vida de Jesucristo a nuestras comunidades” indicaba el cardenal Omella. Para llegar a aquí el arzobispo de Barcelona posó sobre la mesa cuatro tipo de presbíteros necesarios a las diócesis. Antes que nada, presbíteros discípulos, después presbíteros misioneros; seguidamente presbíteros servidores de vida y por último, presbíteros llenos de misericordia.

“El gran reto es configurarnos más en Cristo. Claro que necesitamos previste muy formados, pero también necesitamos pastores santos que quieren a Cristo y quieren a la gente” concluía el cardenal pidiendo a los presbíteros, catedráticos, y miembros del AUSP que “ensanchemos nuestras mentes y nuestros corazones, no tengamos miedo de un nuevo curso, no nos acobardemos”.

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