Comentario de Cine Espiritual: ‘Llegaron por la noche’
Imanol Uribe dirige la película sobre la matanza de seis sacerdotes jesuitas, profesores universitarios, y dos empleadas del centro universitario José Simeón Cañas en San Salvador

Esta semana, el crítico de cine espiritual presenta la que asegura será una de las mejores del año por el cine espiritual: Llegaron por la noche. Dirigida por el cineasta de El Salvador Imanol Uribe, la película narra los hechos verídicos sobre la matanza en la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA) en San Salvador, en 1989. En este crimen murieron seis sacerdotes jesuitas, profesores universitarios , y dos empleadas del centro universitario.
Tal y como expone Peio Sánchez, Imanol Uribe tras un intenso trabajo documental, durante cuatro años, sobre los hechos ocurridos en la tragedia, cuenta la historia desde la mirada de Lucía la única superviviente de la batalla.
Sinopsis
La madrugada del 16 de noviembre de 1989, en plena guerra civil salvadoreña, son asesinados seis sacerdotes jesuitas, profesores universitarios, y dos empleadas en la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA) en San Salvador. La noticia tiene una inmediata repercusión internacional, porque además de la barbarie, entre los sacerdotes asesinados existe un intelectual de prestigio, Ignacio Ellacuría.
La posición de los jesuitas de la UCA era inmejorable para intervenir en un previsible acuerdo de paz y su talante sin tachuela, la herramienta ideal para poner fin a una década de guerra cruenta.
Inmediatamente el gobierno culpabiliza a la guerrilla del FMLN, pero una testigo presencial echa por tierra la versión oficial. Se llama Lucía Barrera de Cerna y trabaja como empleada de la limpieza en la UCA. Ella ha visto a quienes son los verdaderos asesinos: el ejército. Esa mirada será clave para esclarecer la verdad y que, todavía hoy, se haga justicia y cambiará para siempre su vida y la de su familia. (página oficial)
La Iglesia acogedora y al servicio de los pobres
El crítico de cine, destaca la interpretación de los actores que dan vida al relato. «Con la fuerza de los personajes se introduce al espectador en el entramado». También expone cómo «el sentido de la intriga marca la narración e invita a seguirla y profundizar en ella». «Imanol Uribe nos lleva una vez más a ver cómo en la situación de los pobres, la voz de la Iglesia quiere ser un hospital de campaña. Acogedores y servidores hasta la muerte», añade.
Por otro lado, el crítico subraya cómo el filme sobrepone «la convicción creyente a la vez que el compromiso popular, así como la comunidad de contraste y discernimiento en las diferencias». «No cae a la tentación de mostrar héroes, sino únicamente a personas convencidas y coherentes, sin ninguna capacidad de defensa armada, pero dispuestas a esperar», añade Peio Sánchez.