Cine Espiritual: «La Mula»
Clint Eastwood vuelve con un nuevo film sobre la ética, los vínculos de las relaciones sociales, la redención y el sentido del destino

Entre los directores predilectos del cine espiritual destaca Clint Eastwood. Aunque, hace años, dijo que se retiraba como actor, vuelve a la pantalla protagonizando y dirigiendo La Mula. Se trata de una película basada en una historia real, cuya inspiración se basa en un artículo publicado por The New York Times. La historia presenta los aspectos clave que definen a Eastwood: la profundidad de las relaciones sociales, la redención y el sentido del destino.
Sinopsis
Un veterano de la II Guerra Mundial se ha dedicado toda su vida al mantenimiento de su huerto. Cerca de los 90 años, cae en quiebra y entra en peligro su negocio, con una gran deuda. Como salida, acabará aceptando un trabajo en el que únicamente se le exige conducir. Ahora bien, sin saberlo se encontrará trabajando por una banda de traficantes de droga. Aunque de entrada todo se desarrolla con normalidad y sencillez, la situación se complicará cuando el agente de la DEA, Colin Bates (Bradley Cooper) entra en acción. Así, el agente comenzará a investigar esta misteriosa mula que transporta drogas para el cartel mexicano de Sinaloa.
Redención
Como siempre, dentro del estilo propio de Eastwood, la historia desprende una profunda simplicidad y sencillez. También, una ambientación tan bien trabajada, que a ojo del espectador es fácil transportarlo al lugar donde se desarrolla la acción. En cuanto al sentido, destacan los sentimientos de los personajes con un carácter muy arraigado y complejo.
Por otra parte, el crítico de cine espiritual, Mn. Peio Sánchez, a través del argumento, recupera la «historia de redención». «De este modo, a pesar de las circunstancias, el dinero que gana serán una salida para los demás». «Una transformación personal que le llevará hacia la bondad». Según Mn. Sánchez, «en el ámbito social y cultural actual, la vida religiosa, tendrá más importancia para calidad de nuestro testimonio personal y comunitario que quizás nuestras grandes obras».