Cine espiritual: «El cocinero de los últimos deseos»

Yōjirō Takita dirige una película en la que fusiona la buena cocina con las relaciones entre diferentes pueblos

Después del verano, el cine espiritual llega de lo más exquisito con el estreno de la película El cocinero de Los últimos deseos. El director es Yojiro Takita que tras el éxito de Despedidas (2008), vuelve a deslumbrar al espectador con este filme donde el buen gusto conducirá a la bien entendida entre las sociedades y culturas diferentes.

Sinopsis

El joven Mitsuru Sasaki, de Manchuria, es un erudito de la cocina y sabe plasmar el gusto que quiere en cada una de las recetas que se propone. Exprimiendo al máximo este don para la cocina y exigiéndose máxima perfección, acaba perdiendo la pasión por su oficio. Como consecuencia de ello, su restaurante acaba quebrando. Un día un japonés, le hace una propuesta: cocinará personalmente una última comida para quien esté dispuesto a pagar un millón de yenes por ella. Será el camino para pagar sus deudas.

Entre la cocina y la convivencia

El crítico de cine espiritual, Mn. Peio Sánchez, destaca esta película para ser una apología a la transformación personal. Un cambio que se puede dar en los momentos más complicados de la vida, que enseña en la misma persona todo aquello de lo que puede ser capaz.

Sin embargo, El cocinero de Los últimos deseos juega con el componente de la buena cocina como factor clave para facilitar la relación entre sociedades y culturas diferentes. En este caso, entre Manchuria y Japón. «Una garantía de que todos los pueblos pueden convivir juntos», explica Mn. Peio Sánchez.

Por otra parte, el crítico destaca también enseñanzas de la película como: «fidelidad a la familia», «el amor como última respuesta» y «lucha y coherencia en la misma vida».

Comentario Mn. Peio Sánchez

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