Celebración de Santa Rita
El obispo Sergi Gordo preside por primera vez la celebración de la patrona de los imposibles en la Parroquia de San Agustín del Raval

Un año más, el 22 de mayo, la Parroquia de San Agustín, del Raval, ha abierto puertas a las 7 de la mañana. Los devotos de Santa Rita más madrugadores ya esperaban, gozosos y con rosas en las manos, la primera bendición y la intercesión de la Santa. Durante toda la jornada, los sacerdotes celebrantes recorrieron dieciocho veces el templo impartiendo agua bendita a la multitud y en las rosas de sus manos. Paralelamente, las paradas y tiendas de rosas, instaladas en la misma plaza de San Agustín, vendían a los visitantes las rosetas de Santa Rita, para venerarla en su altar.
Fiesta tradicional
Esta tradición comenzó en el convento de Sant Agustí Vell de Barcelona en 1750 es el Raval, y hoy en día continúa reuniendo a todos los devotos y vecinos. Ahora como antes, el conocido barrio barcelonés es también, centro de peregrinación religiosa. Aún así, cada 22 de mayo el templo se ve desbordado por miles de devotos de Santa Rita; y los que quieren venerar la reliquia de la Santa deben formar largas colas por las calles del entorno el templo. Por agradecimiento del «centro comercial del Raval» hace una ofrenda anual de un gran cirio.
Obispo Gordo
Este año, el obispo auxiliar de Barcelona, Mons. Sergi Gordo presidió la misa de las 10’30 h. Fue un testigo de la tradicional manifestación religiosa en honor de Santa Rita. Con palabras cordiales y llanas, exhortó a los fieles a mantener el sentido cristiano de la fiesta. Recordó, también, que «Rita estaba convencida de que nada es Dios impossile». En su vida Dios se hizo amorosamente presente, desde el nacimiento, hasta el regalo de la rosa y de los higos poco antes de morir, un día de riguroso invierno, en la Umbría italiana. «Ahora Dios escucha, incluso cuando le pide cosas humanamente imposibles», añadió el obispo.
Esta nota quedaría incompleta, si no recordamos que, como Cascia, nuestra fiesta de Santa Rita comenzó la víspera, con un programa variado: Eucaristía, bendición de rosas, veneración de la reliquia, obsequios a las Ritos y quema de las papeletas depositadas en la urna últimamente.