9 DE JUNIO
San Efrén, diácono y doctor de la Iglesia

Efrem nace en la ciudad romanizada de Nísibis (Siria) en torno al 306, donde ejercerá el cargo de «intérprete de las Escrituras». Gran asceta, fue un buen predicador y escritor, inspirado autor de poemas teológicos y mariológicos, que le han valido el apodo de «Cítara del Espíritu Santo»: «Sean para nuestros pensamientos, Señor, las alas que nos lleven, ligeras , a las alturas y nos lleven hasta nuestra verdadera estancia». En 1920 Benedicto XV lo declaró Doctor de la Iglesia.
1. San Efrén, diácono y doctor de la Iglesia. Primero ejerció en Nísibe, su patria, el ministerio de la predicación y la enseñanza de la doctrina, pero cuando los persas invadieron Nísibe se trasladó a Edessa, en Osroene, donde, con los discípulos que le habían seguido, inició una escuela teológica, ejerciendo su ministerio con la palabra y los escritos. Célebre por su austeridad de vida y la riqueza de su doctrina, por los exquisitos himnos que compuso mereció ser llamado “cítara del Espíritu Santo” (373).
2. Santos Primo y Feliciano, mártires. En la vía Nomentana, en la localidad de ad Arcas, a quince miliarios de la ciudad de Roma (fecha incierta).
3. San Diomedes, mártir. En Nicea, de Bitinia (fecha incierta)
4. San Vicente, mártir. Según explica la tradición, mientras el pueblo celebraba una fiesta en honor al sol, él consumó su martirio en nombre de Cristo. En Vernemet, de la región de Agen, en Aquitania (292).
5. San Maximiano, obispo, recordado a menudo por el papa san Gregorio Magno. En Siracusa, Sicilia (594).
6. San Columba o Colum Cille, presbítero y abad. Nacido en Hibernia (ahora Irlanda) e instruido en los preceptos monásticos, fundó allí y en otros lugares monasterios célebres por la observancia y por el cultivo de las letras. Ya anciano, esperando el supremo día, murió cuando estaba al pie del altar. En la isla de lona, en Escocia (597).
7. San Ricardo, obispo. Inglés de nacimiento y célebre por sus méritos, recibió con devoción las reliquias de los santos Erasmo y Ponciano. En Andria, de la Apulia (1196).
8. Beato Roberto Salt, mártir, monje de la Cartuja de esta ciudad, que en tiempos de Enrique VIII, por razón de su fidelidad a Iglesia, murió de hambre en la cárcel de Newgate. En Londres, Inglaterra (1537).
9. Beato José de Anchieta, presbítero de la Compañía de Jesús. Nacido en las Islas Canarias, pasó casi toda su vida en las misiones de Brasil. Trabajó con valentía y afán. En Reritiba, en Brasil (1597).
10. Beato José Imbert, presbítero y mártir, de la Compañía de Jesús. Durante los difíciles tiempos de la Revolución Francesa, fue nombrado por el papa Pío VI vicario apostólico de Moulins, pero por odio a la Iglesia fue encarcelado en una nave-cárcel. Murió a consecuencia de la enfermedad que contrajo. En el brazo de mar frente al puerto de Rochefort, en Francia (1794).
11. Beata Anna Maria Taigi, madre de familia. Víctima de la violencia de su marido, cuidó de él y de sus siete hijos, educándolos convenientemente, y además estuvo siempre atenta a las necesidades espirituales y materiales de los pobres y enfermos. En Roma (1837).
Ni que siembres, tarde, ni que siembres temprano, en junio todo es grano.