Bautizados y enviados

El papa Francisco ha declarado el próximo mes de octubre Mes Misionero Extraordinario

Con el lema «Bautizados y enviados» el papa Francisco ha declarado el próximo mes de octubre el Mes Misionero Extraordinario cuando se cumplen los 100 años de la Carta apostólica de Benedicto XV, «Maximum illud» sobre la labor misionera de la Iglesia al mundo. La voluntad del Papa con esta celebración es aprovecharla para que la Iglesia en todas las regiones de la tierra, se sitúe en estado permanente de misión: «Convoco un mes misionero extraordinario en octubre de 2019, con el fin de despertar aún más la conciencia misionera de la «misión ad gentes» y de retomar con un nuevo impulso la transformación misionera de la vida y de la pastoral».

Con esta carta el papa Benedicto XV puso de manifiesto la escasa atención que se estaba dando dentro la actividad misionera de la Iglesia a las Vocaciones Nativas. A partir de este documento hace posible que lo que se conocía popularmente como las «misiones» pasen a ser «Iglesias locales», con la constitución de la Iglesia local con un obispo al frente y con un clero nativo. El papa Benedicto entendía que es este clero el que conectará mejor con las personas, y es el fruto de comunidades maduras. Creía que a nadie se le ha privado del don de la vocación misionera. «Maximum illud» hace una valoración positiva de lo que significa la inculturación de la fe y pone la Iglesia en permanente estado de misión. Gracias a estas directrices para los vicarios apostólicos y los obispos, se inicia un largo proceso para el nacimiento de las Iglesias particulares. El resultado se materializó en la ordenación, pocos años después de obispos nativos.

La formación y animación misionera es una responsabilidad de la Iglesia particular, es un elemento básico en la actividad pastoral de las parroquias y grupos, especialmente de jóvenes. El Sínodo de los Obispos sobre «los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional» se ha expresado de forma clara en su Documento final sobre la necesidad de la renovación misionera de la pastoral con jóvenes. Es la propuesta de la acción pastoral con los jóvenes desde la perspectiva de la misión, como la manera de englobar la llamada del joven en la sociedad y en el mundo. Los Obispos proponen a los jóvenes «la existencia bajo el signo de la misión» (n. 69). De la propuesta de pastoral con jóvenes, que se desprende del Documento final del Sínodo, se espera que responda al deseo del Papa de una Iglesia más misionera entre los jóvenes.

El arzobispo Giampietro Dal Toso, presidente de las OMP, en referencia al lema del Mes Misionero Extraordinario «Bautizados y enviados. La Iglesia de Cristo en misión en el mundo» explicó, que el Santo Padre ha elegido este lema porque contiene en sí mismo los elementos esenciales que se deben tener en cuenta para planificar y vivir esta misión. en el bautismo hemos recibido vida divina y gracias a ella somos profetas, es decir, anunciadores del misterio de Cristo, enviados por Él. Cristo, que nos envía, es también el contenido esencial de la misión. la Iglesia no transmite su propio mensaje, sino que transmite lo que ella ha recibido de Cristo, es decir, su propia persona:

«La misión en el corazón del pueblo no es una parte de mi vida, o un adorno que me puedo quitar; no es un apéndice o un momento más de la existencia. Es algo que yo no puedo arrancar de mi ser si no quiero destruirme. Yo soy una misión en esta tierra, y para eso estoy en este mundo» (EG 273)

 

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