Arcadi Oliveres recibe la medalla al Mérito Cívico
Ada Colau ha premiado el activista miembro de Justicia y Pau para acontecer «tanto ayer, como hoy como mañana un referente de la ciudad que queremos ser»
Arcadi Oliveres, expresidente y miembro de Justicia y Pau, ha recibido una medalla al Mérito Cívico de la ciudad de Barcelona en manos de la alcaldesa en funciones Ada Colau. Un premio al pacifismo y el activismo de los derechos humanos que ha tenido lugar en el Saló de Cent del Ayuntamiento de Barcelona. «Maestro del pensamiento crítico», así lo ha calificado Colau.
Formar una nueva ciudad
El acto ha sido un momento para defender «la apertura» de las ciudades y que acojan todas las personas que, por motivos económicos o de derechos humanos, huyen de sus países de origen. Un clamor que entona una clara intención: el apoyo a todos los refugiados que llegan a la ciudad para empezar una vida nueva.
En el acto, Colau ha alertado de algunas de las injusticias que, según ella, se viven actualmente, puesto que considera que los «derechos y libertades fundamentales vuelven a estar amenazados». También Oliveres, en su discurso, ha manifestado su inconformidad con la situación que muchos se ven obligados a sufrir.
Con este hilo conductor, Oliveres en su discurso ha mencionado cuál es la ciudad que sueña. Una ciudad, ha explicado, en la que «los okupas no son rechazados, los MENAS se consideran ciudadanos y donde los manteros son entendidos como pequeños comerciantes». En resumen, un lugar «donde las personas se sitúan por delante de los intereses».
Una de las críticas que ha hecho Oliveres ha estado contra el sistema económico actual. Según Oliveres, este «no cubre las necesidades de las personas, genera diferencias sociales cada vez más fuertes y contribuye sistemáticamente a la destrucción del planeta». Por eso, el economista apuesta por un modelo basado en la economía social, solidaria, ecológica, cooperativa y ética.
Sobre Arcadi Oliveres
Un humilde economista vestido con la coherencia y sencillez que lo definen. Licenciado en ciencias económicas por la Universitat de Barcelona (1986), se doctoró en 1993. Durante sus años de estudiante se implicó muy activamente en las asambleas clandestinas del Sindicato Democrático de Estudiantes de la Universitat de Barcelona y participó, por ejemplo, en la Caputxinada del 1966. A partir del 1971 militó en la organización Cristianos por el Socialismo; desde el año 1974, en la organización internacional católica Pax Christi, y, desde el 1981, en la asociación Justicia y Pau de Barcelona.
Al frente de múltiples movimientos sociales y detrás de cualquier causa justa, que convergen con el seguimiento a su fe cristiana. Una oda a la paz, al desarme. Arcadi Oliveres ha recorrido una trayectoria de 50 años impulsando iniciativas en favor de los derechos humanos y la justicia social en diferentes movimientos, como el antifranquismo, en la lucha contra la pena de muerte, contra el comercio de armas y en el movimiento pacifista y antimilitarista, entre otros.
Colau ha afirmado, pues, que «las luchas sociales que ha vivido en esta ciudad han tenido Arcadi como referente indiscutible». Además, ha deseado que Barcelona tome ejemplo de Olivos.
Arcadi Oliveres es, en conclusión, un hombre de corazón humilde que lucha por lo que cree, con una mirada en defensa del otro y que hace la revolución a la calle.