1.200 jóvenes en el Aplec de l’Esperit

Tortosa acoge por primera vez la duodécima edición del encuentro de jóvenes católicos de las diócesis catalanas

Ha sido un encuentro realmente especial, con el Espíritu Santo, con Jesús, que me ha dado mucho más del que esperaba

Con estas palabras la Rosa de la diócesis de Barcelona describía el que ha estado por ella el Aplec de l’Esperit 2018 que ha acogido más de 1200 jóvenes en Tortosa y Sant Carles de la Ràpita. La duodécima edición en las tierras del Ebro reunió durante dos días a jóvenes católicos de las diez diócesis con sede en Cataluña y Mallorca. Estas no pararon de moverse por toda la ciudad y de buscar a Dios y su vocación espiritual.

Cristo es la Vida. Con este lema se dio el disparo a salida al Aplec de l’Esperit 2018. Por primera vez, la diócesis tortosina fue anfitriona del encuentro. La música fue una de las protagonistas del Encuentro, tanto al inicio del encuentro al parque de Teodor González, donde los jóvenes no pararon de bailar y cantar las canciones del DJ Nira, como la noche de la mano del grupo británico Worship Central además cantar todos juntos el Himno del Aplec.

Momento para agradecer

El parque de Teodor González fue el escenario del inicio del Aplec de l’Esperit 2018 y también de los parlamentos iniciales. Los parlamentos empezaron con el responsable del Encuentro en Tortosa, Mn. Ivan Cid Pegueroles, que ha asegurado que “Cristo   es la Vida, esto es el que tenemos que trabajar todos juntos”.

La alcaldesa de Tortosa, Meritxell Roger,  no desaprovechó la oportunidad de agradecer a todos los obispos la elige de las tierras del Ebro como lugar escogido por este encuentro multitudinario de jóvenes: “Estamos a vuestra disposición,  esperamos poder compartir con todos vosotros este momento de fe”.

Para finalizar, no ha querido perder la oportunidad de expresar el momento de alegría el obispo de Tortosa, Mons. Enric Benavent. “La historia de Tortosa es una historia del Espíritu que ha dado personas que lo dejaron todo por Cristo. Tenemos que dar la vida y sólo aquel dispuesto a darla puede vivir la vida de Cristo”. Benavent también ha agradecido la participación de los 200 voluntarios tortosinos en la organización del Aplec.

Adolescentes y universitarios

El cardenal Omella deseó a todos los jóvenes que se reunieron en Tortosa que: «El Espíritu de la fuerza a cada cual para mirar la fe con valentía y sin vergüenza. También espero que el Espíritu ayude a cada cual de nosotros a discernir qué es nuestra vocación; qué espera Dios de nosotros, la sociedad y la Iglesia».

Después de la comida llegó el momento de separar los más jóvenes de los universitarios. Los 700 adolescentes reunidos al Aplec de l’Esperit se desplazaron en el parque de la Universitat Rovira i Virgili. Allá encontraron cinco pozos repartidos por todo el parque. Pozos que contenían aguas diferentes, como la de la libertad, el poder o la imagen. Todos con unos colores característicos que agrupaban de manera fácil y dinámica a los grupos de jóvenes.

Los grupos de adolescentes pudieron adentrarse en estos pozos gracias a varios juegos. Trabajo en equipo y comunión entre los jóvenes, eran necesarios para poder ganar. Acabados los juegos, varios jóvenes dieron su testigo sobre cómo bebieron de estas diferentes aguas y no fueron felices. La tarde de los más jóvenes finalizó con el drama Lifehouse everything.

Mientras tanto, los jóvenes universitarios, hicieron una gincana por la ciudad; después pudieron escuchar varios testigos que los explicaron como descubrieron su vocación. «Venimos con una energía increíble y esperamos que el Espíritu Santo nos inunde el corazón». Explicó en Txetxu, un seminarista de la diócesis de Barcelona.

Eucaristía en la Catedral de Tortosa

El sábado por la tarde la Catedral de Tortosa se llenó de los 1200 jóvenes asistentes al Aplec de l’Esperit. Había tantos que algunos siguieron la Misa sentados en tierra. También muchos adultos quisieron compartir con los jóvenes esta Eucaristía, presidida por el arzobispo de Tarragona, Jaume Pujol, y concelebrada por todos los obispos de las diócesis con sede en Cataluña y Baleares.

Durante la homilía, el arzobispo de Tarragona planteó a los jóvenes cuatro preguntas: “De que tenéis siete, estimados jóvenes? Tenéis siete de ser felices? Tenéis siete de sentiros estimados como nunca nadie os ha estimado, o estimar de una manera incondicional, sin reservas, sin pretensiones y dobles intenciones?” preguntó el arzobispo “Pues, no lo dudáis, dejaos estimar por Jesús, abridle el corazón, abridle la vida y dejáis que su espíritu, el Espíritu Santo, que hoy estamos esperando, haga maravillas con vosotros. Si lo hacéis, no os arrepentiréis nunca”.

Noche de música y alabanza

El punto culminante del Aplec de l’Esperit llegó por la noche del sábado cuando el grupo británico Worship Central, una de las mejores bandas de música cristiana ofreció un concierto a todos los jóvenes reunidos en la zona de conciertos del Seminario de Tortosa. Con una alternancia de oración, baile y canto el concierto acabó con un rato de adoración al Santísimo, acompañada musicalmente por Worship.cat que cerró un día intenso y divertido acompañado del Espíritu.

Sant Carles de la Ràpita

Domingo los jóvenes se trasladaron al Paseo marítimo de Sant Carles de la Ràpita. El arzobispo de Barcelona, el cardenal Juan José Omella, presidió una celebración en la cual los jóvenes renovaron las prometidas bautismales en el Parque del Garbí. Finalmente, el himno del Encuentro, Cristo es la vida, puso punto final a la 12a edición del Aplec de l’Esperit. Ahora es momento de volver a casa con el espíritu muy renovado, como es el caso de Maria, de la diócesis de Girona:

Volveré, en la medida que pueda volveré

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