Carta dominical | «Gracias, obispo Sebastià»

El próximo sábado, día 25 de noviembre, víspera de la fiesta de Cristo Rey y clausura del año litúrgico, el obispo Sebastià Taltavull tomará posesión de la Sede de Mallorca. Esta nueva responsabilidad supondrá que deje la misión que hasta ahora ha ejercido en la archidiócesis de Barcelona como obispo auxiliar.

En estas circunstancias me vienen a la memoria las palabras del libro de Job: «El Señor me lo dio, el Señor me lo quitó; ¡bendito sea su nombre!» (Job 1,21). Sin duda, el obispo Sebastià ha sido una gran ayuda para mí desde el inicio de mi ministerio en la archidiócesis de Barcelona. Agradezco a Dios que me haya concedido esta valiosa ayuda y agradezco al obispo Sebastià que haya aceptado estar a mi lado y trabajar juntos por el bien de la Iglesia y por el bien de todos.

El obispo Sebastià Taltavull ha servido durante más de ocho años a la Iglesia archidiocesana de Barcelona haciendo honor a su lema episcopal: «Vosotros sois mis amigos». El apoyo de este pastor infatigable ha sido constante y me ha permitido comenzar la misión en esta diócesis con cierta placidez, podría decir que la he iniciado con naturalidad, sin apuros, y eso se agradece. Que la siembra que ha hecho con tanto esfuerzo y generosidad no se pierda y dé muchos frutos.

Esta tarde, en la basílica de la Sagrada Familia, celebraremos una Misa de acción de gracias por el ministerio episcopal del obispo Sebastià. Os invito a rezar por él, por los pastores de la Iglesia y por todos los agentes de pastoral para que seamos todos «auténticas transparencias del amor misericordioso de Dios», como nos pedía el papa san Juan Pablo II. Estimado obispo Sebastià, que el Señor te bendiga, te dé la paz y te acompañe en tu ministerio. Aquí siempre tendrás tu casa.

No puedo terminar esta glosa tan entrañable sin referirme a la primera Jornada Mundial de los Pobres que se celebra hoy. Esta iniciativa la instituyó el papa Francisco al final del Año Santo de la Misericordia, y este año tiene por lema «No amamos con palabras, sino con obras». El objetivo de esta convocatoria es «estimular a los creyentes, para que reaccionen ante la cultura del descarte y del despilfarro» y conseguir que «las comunidades cristianas se conviertan cada vez más y mejor en signo concreto del amor de Cristo por los más desfavorecidos». Por este motivo, os animo a organizar momentos de encuentro y de amistad, de solidaridad y de ayuda concreta que den sentido a esta celebración.

† Cardenal Juan José Omella
Arzobispo de Barcelona

Escucha la carta dominical en la voz del cardenal arzobispo de Barcelona.