Una vida digna del Evangelio
Artículo de opinión del obispo Sebastià Taltavull en la próxima publicación de Catalunya Cristiana

Somos una Iglesia invitada a hacer camino con toda confianza, y hacerlo juntos, en comunión y audacia, superando las diferencias y los muros que nos separan. La fuerza nos viene del encuentro con el Señor. Esta es la invitación que se nos hace: «Buscad al Señor mientras se deja encontrar; invocadlo mientras está cerca.» Debe ayudarnos a ello una actitud de búsqueda humilde y conversión sincera para facilitar que nuestra voluntad se ajuste a la suya.
Nos encontramos en un momento oportuno para buscarlo y encontrarlo, para pedirle que se acerque y nos conceda un corazón abierto y sencillo para acogerlo. Ponemos este referente fiable, ya que tenemos la confianza que, como dice el salmo, «está cerca de los que lo invocan con sinceridad». Si queremos, podemos entrar en diálogo y comunión con Dios que es compasivo y benigno, grande en el amor, bueno para todos, que nos ama entrañablemente a todos, justo en todos sus caminos, bondadoso en todas sus acciones. Todo esto significa decidirse a transitar los caminos que él nos propone, viviendo esta espiritualidad de comunión.
¿Cómo hacerlo? Para buscar a Dios e invocarlo es necesario que la oración facilite el encuentro y la escucha: en la intimidad del silencio, en el amparo de la comunidad. Es en este ambiente de confianza y proximidad que se nos pide «vivir una vida digna del Evangelio de Cristo». Puedo hacerlo aprendiendo a reaccionar con la lógica de Jesús, aprendida y vivida en contacto con el Evangelio. Ahora, hoy, ¿cómo lo vivo? Dios tiene su momento para cada uno y llama como le place, ni de la misma manera, ni a la misma hora, ni con la misma exigencia.
Lo que importa realmente es captar la infinita comunicación de su amor misericordioso en cada uno y que es para todos. A Jesús no le perdonaban que sus preferidos fueran los más necesitados de todo. Haciendo realidad la vida digna del Evangelio, sabemos que no hay excluidos y que todos están invitados a vivirla. Con el Evangelio vivimos, celebramos y aprendemos la lógica del amor más radical, el mismo amor con el que el Señor nos ama. Esto es lo que hace que se nos reconozca como discípulos suyos.
Sebastià Taltavull Anglada
Obispo auxiliar de Barcelona,
administrador apostólico de Mallorca y
obispo electo de Mallorca