Un horizonte de esperanza
Entrevista realizada al Dr. Armand Puig, rector del Ateneo Universitario Sant Pacià (AUSP)

La Cuaresma del año 2020 ha estado muy especial en la historia del Cristianismo. Es la primera vez en qué muchas de las comunidades cristianas de todo el mundo no han podido celebrar en comunidad los cuarenta días de preparación en la Pascua, ni tampoco disfrutar juntas del Aleluya pascual. A pesar de todo, Mn. Armand Puig, rector del Ateneo Universitario Sant Pacià (AUSP), es optimista: «se divisa un horizonte de esperanza; se dibuja la civilización del amor».
¿Por qué no se debe perder la esperanza?
Somos un pueblo que anda en la oscuridad y ve una gran luz. Somos hijos de la esperanza en la luz que irradia Jesús resucitado.
¿Qué podemos sacar, de positivo, de esta pandemia?
Más que nunca hemos vivido la paciencia que brilla en la hora de la tribulación. Más que nunca, privados de la eucaristía y en medio de un gran silencio, hemos rogado escuchando la Palabra del Evangelio, que sostiene nuestra fragilidad y dura por siempre jamás. Más que nunca, han llamado a nuestro corazón la amistad y la solidaridad entre todos, y con los más débiles, y hemos experimentado la fraternidad de manera especial.
¿Cómo podemos celebrar la gran fiesta cristiana?
Hoy es día de Pascua: ¡Cristo ha resucitado! Y nosotros, como él, resucitamos en una vida nueva y diversa, la que Jesús inicia con su victoria sobre la muerte. Por eso, quienes creemos en Jesús muerto y resucitado somos punta de lanza de un mundo que debe cambiar. Cuando haya terminado el coronavirus, nada podrá volver a ser igual. Una época nueva ha empezado. Las cadenas del egoísmo de personas y pueblos se tienen que deshacer. Las piedras que cierran los sepulcros de los pobres de la tierra deben abrirse de par en par ¡Celebremos la fiesta de Pascua con alegría renovada!
Entrevista realizada por Òscar Bardají para el Full Dominical del 12 de abril