Un graffitti por los derechos laborales
Con el lema "trabajo decente y sueldo digno", la Plataforma Iglesia por el trabajo decente denuncia que en Catalunya cerca de 430.000 personas aún se encuentran en situación de desempleo
Con motivo de la Jornada Mundial por el Trabajo Decente, promovida en todo el mundo el día 7 de octubre por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y por la Confederación Sindical Internacional (CSI), más de cincuenta personas se han concentrado esta tarde en la Plaza Sant Jaume para reclamar políticas de empleo que ayuden a revertir las consecuencias de un mercado de trabajo inestable que crea un empleo precario.
Arte político
El acto público, organizado por la Plataforma Iglesia por el Trabajo Decente, ha contado con la participación del Casal de jóvenes la Barceloneta, un proyecto de Cáritas Diocesana de Barcelona dedicado a jóvenes de entre 16 y 21 años en situación de vulnerabilidad social donde combinan actividades lúdicas y formativas. Estos jóvenes han sido los encargados de colorear una ilustración del dibujante Nando que muestra un joven y una persona de mediana edad sosteniendo unas pancartas. El joven se manifiesta por un futuro digno, y la persona mayor se manifiesta por un trabajo decente. Ambas personas se encuentran en el mismo espacio, simbolizando que, a pesar de la diferencia de edad, las reclamaciones que están llevando a cabo deben ir en la misma dirección.
Un manifiesto muy crítico
Durante la lectura del manifiesto, las entidades convocantes han constatado que si bien hay una creación de empleo sostenida, esta se está ralentizando, situándose al 2% durante el 2019, un punto por debajo que el año anterior. Asimismo, también se ha denunciado que el subempleo es aún elevado. Según la última Encuesta de Población Activa (EPA), un 43% de la población catalana con jornada parcial quisiera trabajar más horas (antes de la crisis eran el 23%), el 18% de los asalariados tiene un contrato temporal y que el 41% los parados hace más de un año que no encuentra trabajo (antes de la crisis era un 24%). También se ha alertado de que el trabajo ya no es un factor suficiente para salir de la pobreza, ya que según el último informe FOESSA de Catalunya, el 52% de los hogares en situación de exclusión están sustentadas por una persona ocupada.
«El mercado laboral actual está creando una sociedad polarizada, y el trabajo ha pasado de ser un factor de protección a un factor de exclusión», advirtieron los portavoces de la Plataforma Iglesia por el Trabajo Decente. Durante la acción pública también se ha querido poner rostro a los colectivos más afectados por el paro y la precariedad laboral, apuntando que el 36,4% de los jóvenes aún se encuentran sin trabajo. Por otra parte, se ha incidido en la feminización de la pobreza, indicando que la tasa de parcialidad femenina es 16 puntos superior a la masculina (23% vs. 7%). Esto provoca que la tasa de exclusión social de los hogares sustentadas por mujeres se sitúe en el 20,7%, cuatro puntos por encima de la de los hombres.
La Iglesia lucha a favor de los más vulnerables
En este contexto, la Plataforma Iglesia por el Trabajo Decente ha pedido que la sociedad recupere el sentido comunitario y fraternal, reivindicando el papel que corresponde a la política ejercida con honestidad y transparencia para revitalizar el contrato social, en beneficio de todas las personas. “Pensamos que manifestandonos serem capaces de poder cambiarlo”, ha dicho Joan Martí, delegado de Mans Unides de Barcelona. Entre otras propuestas, se debe potenciar el empleo de las principales personas afectadas por la precariedad y la pobreza, como son los jóvenes, las personas con baja formación, los migrantes o las mujeres. “Porque hay personas que puede ser que tengan un trabajo, pero un sueldo indigno”, ha continuado Martí. Por otra parte, se ha reivindicado un sueldo mínimo de 1.000€ / mes y más flexibilidad para alcanzar una mejor conciliación laboral. Finalmente, se ha pedido revisar la manera en que se está implementando la renta garantizada de ciudadanía (RGC), ya que no está llegando a las personas en situación de mayor vulnerabilidad.